Xabier Rodríguez y Nicolas Xamardo - Hernani

Mila esker, Catalunya

El fulgurante pacto PSOE-Podemos ha sido una gran sorpresa que nos ha dejado totalmente descolocados. En esta situación, lo que actúa como síntoma es la prisa, provocada por una angustia. ¿Qué es lo que la genera? El Estado español, pensaba que, con la sentencia del Procés y la posterior represión del movimiento, iban a doblegar al independentismo. Pero la realidad es tozuda. La contundente y prolongada respuesta popular a la vengativa sentencia del Tribunal Supremo español es de todos conocida. También lo es la debacle del españolismo en Catalunya y Euskal Herria en las últimas elecciones y el auge del independentismo.

Esta profunda contradicción es la que fuerza a los poderes fácticos a tomar una decisión inmediata que está detrás de la coalición PSOE-Podemos. Ya que consideran que es la que en este momento puede encauzar, en la lógica del Estado, lo que ellos llaman la cuestión catalana. Y de este modo salir de la angustia instalada en el Estado español. Esta situación subjetiva no se daba en abril y es la que ahora ha forzado este acuerdo exprés.

Está claro que este proyecto no está pensado para permitir una Catalunya independiente. Si no es así, ¿cuál es su objetivo? Consensuar un referéndum para un nuevo estatuto de autonomía. Para ello creen contar con el buen hacer entre Podemos y ERC, con el PSOE en calidad de comisario político.

Sin embargo, a estas alturas del Procés, esta operación de Estado no va a depender únicamente de las dotes negociadoras de los mencionados actores. La demostrada determinación del movimiento independentista catalán seguirá siendo el aspecto fundamental es este proceso y no los cambalaches estatales. Es más, en la medida que este avance, tendrá también repercusiones en la democratización del propio Estado español: Mila esker, Catalunya.

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