Enric Vivanco Fontquerni

Nauseabundus

Los protocolos del Estado, sin ningún género de dudas son nauseabundus. Ver compartiendo mesa ministras y ministros tan socialistas y anti-patriarcales, con un tirano que por cierto no es Putin, y que la gente decente no le provoque un vértigo insoportable de tanto cinismo y de tanto matarife compartiendo cuchillo, que se convierte en un regalo ceremonial, que puede ser útil para quitarse el sarro de las dentaduras brillantes de semejantes tipos que sustentamos, es insufrible. La moda televisiva de dar explicaciones ridículas y sin sentido por sus gestos, muecas, y vestimentas de estos individuos pasándonos por la cara las grandezas de los protocolos, con imágenes censuradas al extremo para no ver la cara de estos progres desviados, en la que se puede mesurar la equivalencia entre los socialistas, junto con los patrones ladrones de la colaboración público-privado, que es el mayor saqueo de la actualidad, mucho mayor que el expolio que se hizo de las tierras comunales. La historia no avanza siempre estamos en el mismo escalón. Toda esta liturgia la sufragamos, y mantenemos a una clase política inservible. En las grandes ciudades un 10% de la población necesita ayuda alimenticia, tienen la desvergüenza de protegerse de la población al estar aislados por el muro de protección que estos sujetos necesitan para vivir esta vida mafiosa que sólo los ladrones de la dignidad humana llevan a término. La democracia queda triturada, con esas celebraciones bochornosas, es solo la entelequia del mesías que nunca llegará con semejantes personajes nefastos. Todo es absolutamente mentira y falsedad. ¿Qué necesidad hay de mantener semejante dispendio con la justificación de unas inversiones que no se explicitan al céntimo, ni adónde irán a parar? No, no sabemos nada, es el negocio de las mafias lavadas por un Estado corrupto, represor, y censurador de la verdad, que lo único que le importa es mantener una integridad territorial utilizando todas las argucias posibles, e inventándose falsedades porque la única divinidad que adoran es la obligatoriedad para imponer una nacionalidad que muchos la repudian. También es el pánico que tienen de sus súbditos por su mala conciencia sí disponen de ella, que lo dudo. Por ello necesitan protegerse constantemente, del pueblo, de la masa, de la dignidad. Esta democracia que representan, es la mentira más gigantesca jamás construida. Si no sentimos esta tortura en nuestro propio cuerpo y no vemos que la democracia queda aniquilada con estas reuniones de bribones explotadores. Es que nos gusta ser esclavos.    
Atentamente.

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