Biktor Galarza | Hiru sindikatua

No es capricho nuestro pasear con el camión

No han pasado 15 meses desde la implantación del peaje en la N-I. Ya lo dijimos: seremos los transportistas vascos en general, y los guipuzcoanos en particular, los paganos de la situación.

Acertamos entonces y acertamos de nuevo. El pasado 14 de mayo entró en funcionamiento una nueva norma para la regulación del canon. Nuevamente se nos ataca, se nos perjudica. De ahora en adelante el paso por el arco de Andoain, que es el más utilizado, ha subido la friolera de un 117%. Y decían que el peaje era para cobrar al de paso… y resulta que los que más pagamos somos los guipuzcoanos. Porque mientras han subido el paso por el arco de Andoain, la totalidad del recorrido (Astigarraga-Etzegarate) ha bajado un 23%.

Vaya con la Diputación y su nueva norma. No les parece suficiente que paguemos los impuestos pertinentes a cualquier ciudadano. Quieren más: quieren que paguemos también un peaje. Sencillamente un repago, puro y duro, al estilo yanqui. El que usa paga; el que no tiene, no usa. Que malvenda el camión… y a Lanbide. Este es el estilo de esta Diputación y de los que callan, viendo cómo se agrede a un sector por otra parte precarizado y en la antesala de su desaparición, a no ser que se tomen medidas para su regulación.

No es capricho nuestro el pasear con el camión. Es un servicio público y una demanda de esta sociedad. Tenemos que pasar por ahí, sí o sí. Para abastecer las tiendas, los talleres. No hay alternativa. Seguiremos pasando y seguiremos pagando. ¿Hasta cuándo?

Creemos que las sociedades, cuando reclaman un servicio, una infraestructura, deben de saber que tiene un coste. Y hay que pagarlo, pero entre todos. No se puede cargar en un solo sector.

Y creemos también que la gente, en general, comparte esta idea. Los únicos, quizá, que miran para otro lado son los políticos de la Diputación que toman estas medidas, totalmente injustas y devastadoras.

Decía un amigo lo sabroso que debe de ser, sentado en el sillón, escuchar el pi, pi, pi… sabiendo que son 1,5 euros, 1,5 euros, 1,5 euros… probablemente, mirando a La Concha.

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