Jose Antonio Gonzalez Garcia «Nebera»

No tinc por

Lo cierto es que desde la distancia, desde Euskal Herria en concreto, el unirnos, incluso el hermanarnos, con Catalunya y su «no tinc por» es mucho más fácil que el hacerlo desde Barcelona donde la memoria y las huellas del odio irracional y el dolor están demasiado presentes como para no sentir miedo.

A Barcelona acudieron este sábado día 26 desde todos los lugares, acudieron políticos de todos los partidos, era políticamente correcto el estar allí y allí estuvieron, muchos a salir en la foto y muchos acompañados de fuertes dispositivos de seguridad que contradecía y mucho ese «no tinc por» de la ciudadanía.

En Barcelona el presidente, de España, y el Rey, de España, se rodearon de su numerosa escolta que no ocultaron en ningún momento ni su condición, ni sus malas pulgas. Bueno igual es que la cara de mala hostia es parte obligada de su uniforme, igual es solo eso.

Según los medios de comunicación la de ayer era la primera manifestación a la que acudía un monarca español, y que conste que tenemos dos, y me parece que tal y como le fue en esta igual es también la última. Cosas mías seguramente.

Porque ayer en Barcelona les dijeron, y no solo al Rey y al presidente de España, aquello de «si quieres la paz, no vendas las armas», qué sencillo. Igual les faltó «si quieres la paz, no siembres guerras» porque España, contra la voluntad de su pueblo, estuvo en aquella guerra, la de Irak, que continua día tras día añadiendo muertos a la sinrazón de todas las guerras.

Y es que hoy, también aquí en Euskal Herria, todos estamos mucho más expuestos, todos deberíamos tener un poco más de miedo y quien no me crea que abra los ojos y mire. Es muy fácil, ellos llevan cientos de guardaespaldas. A nosotros no nos protege nadie.

Nosotros, el pueblo, no declaramos la guerra a nadie, nosotros no mantenemos la guerra contra nadie, nosotros no vendemos las armas, ni pilotamos los aviones que a miles de kilómetros de aquí, de donde se montan y se venden, día tras día dejan caer toneladas de bombas, de excedentes en sus muchas fábricas de armas, que revientan no solo casas, revientan civiles que como nosotros nada tienen que ver con esas guerras.

Ayer en Barcelona muchos gritaron «no tinc por», muchos levantaron carteles en los que se podía leer «pau, paz, bakea, salam», en otros «Felipe (por el Rey), o Rajoy (por el presidente) qui vol la pau no trafica amb armes». Si quieres la paz no trafiques con armas, qué sencillo. Hoy Tasio nos ilustra con una de sus viñetas «el terrorismo yihadista explicado a la infancia». Os invito a leerla, es gráfica y es sencilla.

Por eso hoy, también en Euskal Herria, seguiremos teniendo miedo porque ellos, los que se hacen acompañar de cientos de guardaespaldas, seguirán vendiendo, o permitiendo, armas. Las mismas con las que ellos, los supervivientes de nuestros bombardeos, de los que llevan guardaespaldas se entiende, algún día nos reventaran de puro odio.

Y si alguno, aunque cobre por ello, cree que estas palabras están justificando su odio o su irracional respuesta esta tan equivocados como muchos de aquellos que al día de hoy siguen pensando que el «no tinc por» de Catalunya de ayer solo hacía referencia a los atentados de Barcelona y de Cambrils.

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