Nos ha dejado «Patxo»
Francisco Urlezaga, para más señas. Estandarte del club Donibane de balonmano durante muchos años en la entonces categoría de Primera Nacional, que incluso llegó a disputar una fase de ascenso a la División de Honor. Quien no recuerda aquellos partidos, primero en la plaza del pueblo, después en el polideportivo de Bidebieta, para acabar en el entonces recién construido polideportivo de San Juan.
Siempre en el puesto de pivote, llegó a tener golosas ofertas de clubes de la División de Honor, entre ellos el histórico Marcol Lanas Aragón de Valencia, a la sazón otro club histórico, ya desaparecido, pero Patxo, fiel a sus principios y orígenes, siguió impartiendo su magisterio en el club de sus amores, por supuesto gratis et amore.
Una vez que abandonó la práctica del balonmano, ejerció como directivo y delegado en el club Koxtape de remo.
Goian bego, Patxo.