Laureano Azkorra Telleria | Asociación de Vecinas de Bilbo Zaharra

¡Nos han robado el laurel!

Indignación, incredulidad, hartazgo de tanta prepotencia y pasar siempre por encima de las personas que vivimos en los barrios más machacados.

Hoy, la Asociación de Vecinas de Bilbo Zaharra se ha enterado de que empleados municipales han arrancado todos los laureles situados al principio de la calle Marzana. Nos lo ha contado la compañera del vecino que los plantó en nombre de la Asociación. El disgusto ha sido mayúsculo y mas cuando al preguntar donde los llevaban le han dicho que al parque de Doña Casilda.

La disculpa es que había ratas. Jamás el ayuntamiento ha limpiado ese lugar, y ahora se lleva las plantas y deja la mierda con las ratas. ¿Es que necesitan las personas del ensanche laurel para cocinar? En nuestros barrios lo utilizábamos. Ahora según le dijeron dicha compañera van a poner cemento para limpiar mejor. ¿Por qué no ponen cemento en Doña Casilda que también pueden aparecer ratas y se limpiaría mucho mejor? ¿Cómo podéis tener tanta desfachatez de quitar espacios verdes hechos por la vecindad?

Exigimos que se repongan inmediatamente los mismos laureles y que el Ayuntamiento limpie y riegue como hace en el centro. Primero fue el banco para que el personal sin recursos no se sentara, ahora son las plantas puestas por la asociación, mañana Señor Aburto, ¿qué será? Arrasará también los 5 acebos que están al lado del arco más antiguo de Bilbao en la calle Claudio Gallastegi? (Que sepáis que los plantó el mismo ayudado por personas de la Asociación de vecinos). ¿Nos expropiará las macetas de los balcones, ya que según usted las personas de los barrios pobres no tenemos derecho a tener plantas? ¿Hasta cuando mimar tanto a los barrios ricos, empresarios, multinacionales y despreciar a las personas pobres y excluidas? Y usted presume de creyente en el Jesús de Nazaret que fue amigo de las personas pobres, mujeres prostitutas, personas enfermas y leprosas? Le crucificaron los mandamases de turno, mandamases a los que usted da siempre pleitesía, y por contraste nunca tiene ni buenas palabras ni hechos para las personas excluidas y precarias.

Devuélvanos el laurel que plantó el difunto Luis en nombre de la Asociación. Queremos seguir recogiendo hojas para cocinar nuestras legumbres. No queremos más cemento, ya tenemos bastante en nuestros barrios sin parques infantiles y sin zonas de esparcimiento. Pongan cemento en sus casas y dejen que podamos respirar en nuestras escuelas con patios adecuados y en nuestras calles. ¡Laurel si, cemento no!

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