Javier Orcajada del Castillo | Bilbo

Nuevas tarifas eléctricas: pacto de bribones

Gracias a las argucias de las nuevas tarifas que encubren un sistema engañoso el precio del kilowatio crece sin control. Tienen un fundamento intencionadamente tecnificado, que se han convertido en tema de discusión entre marujas de patio de vecindario. La energía eléctrica española tiene el dudoso honor de  ser la más cara de Europa. Además, Felipe Gonzalez les subvencionó con un billón de pesetas en los años 90 para adaptarse a las exigencias de la libre competencia como condición para ingresar en la UE. El sector acumula múltiples expedientes para investigar las reclamaciones sobre la formación de los desorbitados precios. Aseguraron que con la entrada en la UE los precios descenderían: ironías de sus previsiones, tal como ha quedado demostrado.

Son pacto entre pillos, pues su composición y operatividad están intencionadamente diseñadas para no ser  comprendidas para el común de los usuarios tal como lo acreditan expertos y asesores de asociaciones creadas para defenderse de los abusos que tienen presentadas innumerables denuncias ante juzgados y organismos. La historia ha devenido en situaciones grotescas, pues ya no se guardan ni las formas entre la patronal y el gobierno a la hora de dar publicidad a las discrepancias en las que ambas partes tienen mucho que ocultar si llegan a los tribunales europeos. Las tarifas son redactadas por la patronal de las eléctricas con la connivencia del gobierno que también participa en ese complicado mundo de los tecnicismos en los que funcionarios expertos y los contratados por la patronal negocian para diseñar complejos algoritmos que se convierten en beneficios empresariales y puertas giratorias para altos funcionarios y políticos a su cese.

El gobierno utiliza el sistema  tarifario como recaudador gratuito de los múltiples flujos financieros que suponen el 70% del importe de las tarifas según manifestaciones de la patronal. No obstante la tensión está pactada, porque es el consumidor el que paga la factura a precios en el top del ranking europeo. En prueba de la docilidad de la patronal a los intereses del gobierno esponsoriza acontecimientos populares que contribuyen a pacificar a las masas. Pero no se puede obviar que el sector eléctrico español se ha convertido en multinacional objeto del deseo de los grupos financieros más poderosos del mundo.

Buscar