Los medios de comunicación occidentales están dando vueltas sobre cuándo las tropas del Estado de Israel van a entrar en Gaza, entreteniendo a la población y desviando la atención del problema principal, que es la destrucción de la ciudad de Gaza, que es el objetivo israelí, no Hamás sino los palestinos a los que ofrecen el exilio o la muerte como alternativas a elegir.

No es que el Gobierno israelí lo esté ocultando, pues lo dice constantemente a todo el que le quiera oír, «lo que tiene que entrar no es el ejército, sino las bombas», y los medios de comunicación occidentales nos dicen que podemos estar tranquilos por ahora, mientras ya van más de 5.000 hombres mujeres y niños muertos y más del 35% de las casas e infraestructuras civiles bombardeadas y destruidas.

Durante mucho tiempo, me he preguntado como fue posible la existencia de los campos de concentración y exterminio y no tenía respuesta, ahora lo tenemos ante nuestras narices y los medios de comunicación hacen lo posible para que no nos demos cuenta desviando nuestra atención, y ahí está la respuesta.

Los que nos piden que condenemos a Hamás, aunque no estemos de acuerdo con su ideología, nos están pidiendo que condenemos a todos los que se han levantado, incluso con las armas, frente a la opresión y están llamando terroristas a quienes se alzaron en el Gueto de Varsovia contra la Alemania Nazi.

En la II Guerra Mundial, la URSS derrotó al Estado Nazi de Alemania, pero no al Nazismo que impregnaba e impregna a toda la sociedad occidental pues está escrito en el ADN supremacista que lo sustenta y mantiene hasta nuestros días.

Lo que hoy pasa en Palestina es un paso más en el desarrollo del programa del sionismo nazi para Israel en las tierras de Palestina al que tenemos que hacer frente, también y sobre todo en Occidente que somos su base, pues también hay una alternativa nazi para nosotros para afrontar la crisis sistémica en la que nos encontramos.