La pregunta para qué sirven los partidos de izquierda solo la deberían contestar los que no deben ningún favor, ni sueldo, por pertenecer a semejantes colectivos, ya que sus respuestas están sistemáticamente viciadas. El espectáculo que durante meses llevan ofreciendo todo este pastiche de partidos, que lo único que les interesa es acaparar cuantas más sillas mejor, vetando a los que piensan que es un lastre a la hora de contar los votos. Los proyectos políticos se lo pasan por el forro.

En la actualidad hay dos retos inmensos a los que la izquierda no da ninguna señal de solución, cero patatero. El cambio climático que está ligado a toda la vida biológica, sin dejar ningún resquicio. Se sabe que el movimiento masivo de población por todo el planeta es un vector de transmisión de enfermedades, incluidas las mentales. Cada año 5.000 millones de pasajeros utilizan el avión, ¿es sostenible y necesario todo este derroche energético? La trampa estriba en que solo se contabiliza de forma muy somera la contaminación de los aparatos voladores, pero no se tiene en cuenta la huella ecológica que generan los pasajeros, que es inmensa, como la de los cruceros, cuyos barcos son ciudades contaminadoras en movimiento, que utilizan un medio que cada día está más degradado.

La escasez de agua es una realidad y la gran aportación que ofrecen consiste en privatizar el agua, y de esta forma lloverá de forma prodigiosa y abundante. En al país vecino, un gobierno liberal, hace varios años tenía en el cajón una ley que ha aparecido ahora, para reducir el consumo general del agua por todo el Estado, en un 10% de forma inmediata. Aquí ni se les ocurre obligar a que todas las piscinas que se llenen con agua de mar, ni esto se les ha pasado por la mente, ya que lo único que hacen es robar las sillas a sus propios camaradas.

Otro problema minúsculo es que cada día que pasa estamos más cerca de la intervención directa de la OTAN, en la guerra europea de ahora, no las del siglo XX. El Ejército de Ucrania está en los huesos y, como los anglosajones están dispuestos a hundir una vez más a todo el continente, para poder seguir ellos en el esperpento de la democracia y los valores. La izquierda debería saber que la Federación Rusa no perderá la guerra, porque si se ve amenazada utilizará las armas nucleares, como los americanos ya han hecho en el Japón, y en la guerra contra Irak, con sus bombas de neutrones.

La izquierda, no da ninguna señal de vida para iniciar una campaña en la que nos estamos jugando que el presente, ya que la guerra total, puede ser como nunca se haya visto, y la única forma de pararlo es que los respectivos Estados sepan que la mayoría poblacional no está dispuesta a morir por semejantes bribones. La izquierda está callada, por lo tanto no sirve absolutamente para nada.

Atentamente,