Pedro Berrioategortua I Zornotza

Periko, el bueno y el malo

Recién ordenado sacerdote y rebosante de generosidad y espíritu de entrega, vino Periko a Triano y, aunque no llegaba allí la carretera, sí había mineros y habían construido sus txabolas para cobijarse. En medio de ellas, la  administración había levantado una capilla y una escuela. Como la maestra designada no acudía a la escuela, allí estaba Periko para enseñar las asignaturas de primaria, excepto el catecismo, que según afirmaba el Correo Español, no explicaba. Sin embargo, era habitual  que las madres que tenían bebés los dejaran en la escuela al cuidado de Periko cuando tenían que ir al hospital de Cruces a visitar a sus maridos heridos en la mina. Periko, a su vez, vivía en la pequeña sacristía de la capilla, donde, además de lo mínimo necesario para el culto, te encontrabas una pequeña cocina de butano con un pequeño puchero encima, medio lleno de patatas cocidas .'¿Y esto qué, Periko?'. 'Para mañana, es lo que ha sobrado al mediodía'. Y después vuelta a…  Vivía entragado a su barrio obrero en cuerpo y alma, con absoluta entrega de lo que era y tenía. Tanto que enfermó de gravedad. Pero los médicos lo salvaron. Es entonces, cuando un sacerdote  de la parroquia de Arboleda, al que pertenecía Periko, comentó: 'menos mal que no ha muerto, porque de lo contrario ahí tenemos por aclamación popular un San Pedro de Triano'. Era por entonces Periko el bueno, haciendo todo para los obreros del barrio. Los responsables y beneficiados directos e indirectos de aquella explotación no veían peligro alguno para su estatus en la actividad de Periko, sino mas bien un alivio para las penalidades de los obreros y un testimonio de caridad cristiana que mitigaba posibles remordimientos
 
Después le tenemos a Periko de coadjutor en Santa Teresa de Baracaldo, que comienza por cambiar su casa por un sótano donde vivía una familia con hijos bronquiticos. Su nueva residencia se llana Villa Paquita. El entorno de este destino es diferente externamente pero los problemas de fondo son los mismos. Y aquí comienza su nueva etapa cambiando la dirección de su actividad: el 'para' se transforma en 'con'. La realidad del ambiente vivida con conciencia crítica nos va realizando y configurando a todos y Periko no fue una excepción.                

Los únicos muebles que visten Villa Paquita son dos mesas largas de tablas rústicas y  bancos también largos sin respaldo, que están a disposición de la militancia comprometida tanto con el problema del pueblo vasco como de la clase obrera, sin mirar el color. Se configura el Periko malo, desapacible e incómodo para los situados. Sus sermones de los derechos humanos denegados y de las denuncias de las torturas. Suceden las multas y la cárcel concordataria de Zamora. Abre el camino de los curas obreros. La mina, la construcción, el encierro del seminario de Derio, la cooperación en la fundación de LAB, de Herri Batasuna. Periko se suma a los que buscan la solución de los problemas en su raiz. Los últimos años le hemos visto participe en múltiples movimientos ecologistas, feministas, parados, eres, desahuciados, Ernai… Y se nos ha ido con citación ante el tribunal de AN en el bolsillo.                

Agur Periko, lagun kutun, langilleen eta Euskal Herriaren borrokak beti eskertu behar dizu opari diguzun bizitza.

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