Pedro Otermin Irujo

Plaza de esparcimiento o peligrosa pista de patinaje

La plaza formada por varios portales de las calles Villafranca, Valtierra y San Cristóbal, en la parte más alta de la Txantrea, la conocida como Orvina, es un espacio amplio e irregular transitado a diario por cientos de personas de todas las edades. Para que se hagan una idea del tráfico humano que pasa por esta zona, basta decir que aquí están ubicados un club de jubilados, un club de ajedrez, una parroquia, una entidad bancaria, un estanco, una peluquería, varios comercios minoristas, un parque infantil y varios bares y cafeterías.

Un espacio, como digo, amplio y seguro al ser completamente peatonal. Aunque la palabra «seguro» debería ir entrecomillada, ya que cada vez que llueve, aunque sólo sean dos gotas, el suelo de la plaza se convierte en una auténtica pista de patinaje que ha costado más de una lesión, alguna de gravedad, a los vecinos de la zona (y les recuerdo que allí hay un club de jubilados).

La semana pasada, sin ir más lejos, cinco personas dieron con sus huesos en el suelo, solo en una mañana, tras resbalar en el pavimento. Yo mismo terminé en el hospital con una fractura de muñeca.

La plaza se remodeló hace unos diez años y se colocó un suelo que alterna las baldosas con el cemento pulido, añadir que el arbolado existente desprende gran cantidad de resina. En un día de lluvia, o simplemente húmedo, el suelo se pone muy resbaladizo. Se ha interpelado al Ayuntamiento de Pamplona en varias ocasiones sobre la necesidad de sustituir este pavimento por otro más seguro, y la respuesta del consistorio ha sido extender una capa de líquido antideslizante, similar a la que se utiliza en el encierro y que desaparece a las pocas horas.
En una ocasión, el equipo municipal de turno explicó a una comisión de comerciantes de la plaza que presentó la queja que, al tratarse de una obra firmada por un arquitecto, remodelarla podría acarrear una denuncia por parte del arquitecto por modificar su diseño.

¿Es más importante el diseño que la seguridad de vecinos y vecinas?

Entendemos, en este caso, que el Ayuntamiento de Bilbao ha sentado un precedente al ganar el pleito presentado por Calatrava, que les denunció por alfombrar una parte de su famoso puente para evitar que los ciudadanos siguieran lesionándose al transitar por dicho puente.

La plaza de Orvina necesita una solución urgente, sin esperar a que uno de nuestros vecinos se lesione gravemente y de manera irreversible. Levantar el suelo por muy «de autor» que sea e instalar uno realmente seguro y hacer un tratamiento adecuado a los árboles para que no desprendan resina y si no sustituirlos.

Confiamos en recibir cuanto antes una respuesta del Ayuntamiento de Pamplona.

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