Ibon Usandizaga

¿Por qué personalizar la formación?

Vivimos tiempos de importantes y rápidos cambios en todos los ámbitos. Tanto nosotros, los adultos, como nuestros hijos somos y seremos sujetos activos y pasivos de dichos cambios.
La cuestión de los trabajos del futuro viene tratándose cada vez con mayor frecuencia en diversos foros. Se habla del «Taylorismo digital», que viene a ser la organización del trabajo bajo las condiciones de la automatización a través de la digitalización, la competencia, la deslocalización y reducción de salarios en términos similares a los que fueron afectados los trabajos manuales por el Taylorismo allá por finales del siglo XIX.

Se mantiene que numerosos empleos actualmente existentes desaparecerán del mapa y que nuestros hijos desempeñarán trabajos que hoy día ni imaginamos.

Es por ello que, es necesario que fomentemos la creatividad, capacidad de adaptación a los cambios, innovación, autonomía, capacidad crítica y la habilidad de conectar y colaborar, más que de competir, en los procesos de aprendizaje de nuestros hijos.

Y para ello, el «café para todos» no es una buena receta. Este es un motivo por el cual es tan importante personalizar la formación de nuestros hijos.

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