Una oportunidad perdida, esa es la valoración que sacamos miles y miles de Vascos tras ver cómo una vez más el gobierno de la mayoría absoluta juega en contra de lo que de verdad le importa y pide gran parte de la ciudadanía de Euskadi, una oportunidad que se ha perdido, tras fracasar las negociaciones de los nuevos presupuestos para 2025, que sí, saldrán adelante pero en contra del mandato popular emanado de las urnas el pasado 21 de abril.

Este gobierno que según sus propias palabras va a sacar adelante los presupuestos más progresistas y ambiciosos de la historia, este pacto entre el PNV y PSOE que deambula sin rumbo fijo en toda la comunidad autónoma, llegando si, a acuerdos para dinamizar el progreso en Araba, pero contradiciéndose en Gipuzkoa al poner ese “progreso” en manos del partido popular, mientras que en el gobierno central no consiguen ni el apoyo de los progresistas ni de los reaccionarios haciendo caso omiso a las necesidades básicas que le hacen falta a Euskadi en estos momentos, necesidades tales como la vivienda que hace que miles y miles de jóvenes tengan que abandonar sus pueblos y ciudades porque el mercado de la vivienda está totalmente desbocado.

Pero mientras algunas fuerzas políticas hacen el esfuerzo para intentar solucionar esta problemática, otros, como la nueva cara del “Indar berria” del partido nacionalista vasco, prefieren centrar el debate en quien es más comunista o quien representa que ideales en el parlamento para trazar una especie de cortina de humo y no tratar realmente los problemas de la gente.

En definitiva, este gobierno está muy lejos de aprobar unos presupuestos progresistas o por lo menos tal y como yo entiendo el progreso, ya que el progreso para otros puede ser el proyecto Guggenheim de Urdaibai como llevan justificando desde hace ya tiempo y no la solución del problema de la vivienda, en cambio, sí que estoy de acuerdo en que si son unos presupuestos ambiciosos, ambiciosos por supuesto para los que se seguirán lucrando gracias a estos presupuestos.