Se empiezan a celebrar estos días, a lo largo de los pueblos y ciudades, fiestas y romerías populares, que nos «acompañaran», hasta bien pasado el verano y en la inmensa mayoría, de estos municipios (demócratas que se precien) lucirán «vigilantes» los «puntos violeta» esos espacios seguros y garantes, que dan apoyo, acogida y orientación, para aquellas personas, que hayan sufrido, cualquier tipo de violencia u agresión sexual o por razones de género (supongo que a nadie, se le escapa, que la inmensa mayoría de estas agresiones, las sufrimos las mujeres) Como decía, son mayoría, estos puntos de acogida, esos espacios seguros, pero algo está empezando a cambiar, no crean que para mejor. En algunos de esos nuevos gobiernos municipales, piensan que esto de los «puntos violeta», es un peligroso invento de «izquierdas radicales» y que deben de desaparecer, negando así esa violencia, esas agresiones, esas intimidaciones. Tal vez desconozcan o directamente ignoren, el llamado convenio de Estambul que reconoce, que la violencia de género, contra las mujeres y las niñas, es una violación grave contra los derechos humanos, convenio ratificado y firmado, por el estado español y jurídicamente vinculante. No vendría nada mal, que le dieran un «repasito» a este tratado, a los y las que nos niegan, si quieren, al menos, tener un poco de credibilidad y menos desvergüenza.