Javier Orcajada del Castillo | Bilbo

Recuperar Catalunya con «La Estaca»

Cuesta entender que la justicia española pretenda solucionar el conflicto catalán de forma tan burda como pretende y ponga la guinda acusando a Catalunya de intentar dar un golpe de Estado. La justicia no tiene nada que ver con la venganza y es un error judicializar un problema sustancialmente político como lo está tergiversando la fiscalía del Supremo en el procés. Apelar a la justicia es reconocer la carencia de argumentos para solucionar un problema netamente político. ¿No sería ya hora de que después de los reiterados revolcones por sentencias de tribunales europeos a los jueces españoles no deberían reflexionar sin arrogancia ni torpeza, evitando tantos errores y trucos, impidiendo a los abogados defensores expresarse con plena libertad? ¿Es que no sienten pudor por tener que retirar dos euroórdenes o que un tribunal belga haya denunciado por falta de independencia al juez Llarena? No han pensado que la segura sentencia condenatoria redactada antes de empezar el procés será revocada por el TEDH y supondrá una grave humillación que exigirá anularlo y negociar una solución a un conflicto político para que el pueblo catalán pueda celebrar libremente un referéndum de autodeterminación sobre su futuro? ¿Es que desdeñan la capacidad de influencia de los líderes catalanes en Europa para desacreditar a la justicia española del vencedor demostrando que la división de poderes es sólo una bella expresión literaria en la Constitución? Todavía se está a tiempo de corregir errores, aunque, vana esperanza, pues el Supremo se dispone a emitir una sentencia injusta e irreversible por sus consecuencias, carencia de cultura democrática y afán de venganza.

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