Pretender conducir un proyecto político emancipador, para poder disponer de un Estado como cualquier otro y cuando se dispone de un número de parlamentarios en el Congreso del Estado, y hay una moción de censura, en el momento de la presentación y que necesita tus votos para ocupar  la silla del otro, sin ofrecer nada a cambio, o peor todavía vejándote cada día con insultos, improperios, tildándote de insolidario, o de enfermo mental, llamándote nazi, retorciendo leyes a su gusto, y con amenazas constantes, dar los votos con un lazo de regalo, es comportarse como una mujer maltratada, esperando que será la última vez, es de una desvergoncería sin límite, una estafa a los votantes, ya que el mandato era claro y meridiano construir una república, y no hacer una ofrenda de la voluntad de los ciudadanos, en el que una vez más se les toma el pelo de forma indecente. Se está en Madrid, como se puede observar para tener los sueldos y las redes sociales que solo les beneficia a ellos, en contra del votante, la CUP, que siempre ha dicho que en Madrid, no han perdido nada, es el camino a seguir ya que si los representantes están para hacer agasajos a tú verdugo, para estas alforjas no sirve para nada una democracia, mucho mejor una dictadura que aquí nadie te engaña, ni se te pitorrea. El pretexto de lo que puede venir es peor, es el anzuelo que siempre ponen lo que jamás dejan el poder. Eternamente se quiere olvidar la historia desdichada de España, nadie puede estar engañado y los que argumentan lo del mal menor, son unos manipuladores en el que se evidencia que el proyecto no les interesa, así que se les ha de dejar de votar, o formar un conglomerado diverso para construir la República, con estos representantes sumisos demuestran que son los palmeros del Estado español.