Pedro Mari Usandizaga Añorga

Rivera que iba echar a Rajoy por corrupto ahora le apoya

En el argot ajedrecístico se conoce como pichón al jugador falto de experiencia, presa fácil de sus competidores. La negociación que pretende llevar a cabo con ese buitre viejo que es el incombustible Rajoy confirma ese pensamiento y le hace merecedor del apodo. Las seis condiciones que ha puesto para apoyar a aquel en su investidura las hubiera aceptado cualquiera, hasta un Bárcenas que volviera al PP.

Es encomiable el esfuerzo del líder de Ciudadanos por cerrar de una vez la inmensa crisis que padecemos. Dijo a Mariano Rajoy: «ponga usted fecha al debate de investidura y acepte sin reservas las seis condiciones que le pongo y le facilitaré su vuelta al poder». Y dijo Mariano Rajoy: «de acuerdo». Teniendo en cuenta las irrefrenables ganas que tiene de seguir siendo jefe del Gobierno, me parece que habría dicho que sí a cualquier demanda por disparatada que fuera. Y, al par de días, habría añadido (que me parece que fue lo que hizo) «esto es muy complicado: hay que reformar la Constitución, cambiar algunas leyes en fin, que esto no se puede cerrar en una semana. Eso sí, si usted quiere que le entregue la cabeza de los corruptos, no encontrará a nadie más dispuesto; no serán todos pero menos da una piedra. ¿Y por qué no nos centramos en preparar un programa de gobierno, que es mucho más fácil?» Y se fue a pasear por Galicia dejando al país empantanado. Si esto no es doblar las cartas y ponerse a esperar, que venga Dios y lo vea.

Tal como está la cosa, toca a Rajoy mover ficha y proponer a Sánchez lo que deba proponerle si quiere seducirlo. Vaya, tenemos terceras elecciones para el día de Navidad y como nos descuidemos, las cuartas caerán en viernes santo.

Rajoy ha tomado por un «pichón»  a Rivera y a todos los demás ciudadanos por «el coño de la Bernarda». De ahí lo de «potroandi», en español c-----zos,

Saludos,            

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