María Olga Santisteban Otegui | Zalla (Bizkaia)

Sanidad, medicina y empatía

Cuando hablamos de salud y enfermedad, pensamos inevitablemente, en como sanaremos nuestras dolencias, de la mejor manera posible y en un primer momento acudiremos a nuestro medico de atención primaria, para que nos trate de solucionar aquellas «molestias» o dolencias que nos preocupan, considerando que nadie vamos al doctor por «gusto» si no para que trate de darnos la mejor de las soluciones, y que dentro de un «orden» recibamos trato, correcto y quizas con un poco de «empatía» ya saben, esa que dicen que debe tener: conciencia, capacidad, destreza y esfuerzo, para comprender las necesidades sentimientos, en fin la parte «emocional» del enfermo. Ignoro si en las facultades de Medicina se imparten estas «disciplinas» y si no se seria interesante que que asi lo fuera. Si nuestra enfermedad o dolencia deriva en algo mas serio, el medico de cabecera nos remitiría quizas a un especialista o bien este otro, si fuera el caso para realizar una intervención quirúrgica (de mayor o menor envergadura) y en las que supuesto hay «prioridades» graves u otras, que si bien no lo son, no pueden estar en una «deriva» constante de despachos de tal o aquel medico, que te diga por fin¡¡ que terminado ese larguísimo «protocolo» y resolverán eficientemente, aquel problema que le contaste a tu médico de atención primaria, no se sabe cuando. Dicen que tenemos de las mejores sanidades del Estado, e incluso que Osakidetza llego a liderar en su dia el ranking de todas las comunidades del Estado. Dicen que llegaron tiempos de crisis, y no dudo en absoluto de profesionalidad y buen hacer, de todos aquellos que hacen posible que Osakidetza funcione, pero como decía, un poquito de «empatía», los pacientes, los enfermos, no solamente somos «números», somos personas con nuestras vivencias e «historias». Gracias Osakidetza.

 

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