Iulen Lizaso Aldalur | Hernani

Singularidades hispanas

Así como la ciudad de Granada (y la misma fruta) en un pequeño espacio geográfico, encarna todas las singularidades de la Tierra, los cambios fácilmente perceptibles del planeta y los no tan perceptibles tiene su más fiel reflejo en el progresivo e imparable calentamiento de la política española, así como también el cambio o inversión de la polaridad terrestre que se va dando, permite verse reflejada en el cambio de sentido de la atracción política que secularmente ha nuclearizado el nacionalismo español.

Singularidades con respecto al resto de países europeos y que hasta hoy no eran tan perceptibles para la inmensa mayoría de los ciudadanos. El hecho de que después de 82 años de un golpe de estado a un gobierno legítimo, 40 años de cruel dictadura y otros 42 regentados por una monarquía impuesta por Franco, aún se le mantenga en el mausoleo que él mando construir, humilla a los familiares de millares de hermanos que aún permanece en fosas comunes y cunetas de las carreteras, siendo un caso único en el mundo. No hará un mes una afamada tertuliana lo justificaba con «haber ganado la guerra» y no me cabe duda de que esta pasión subyace en muchas mentes vencedoras.

Somos el primer país del mundo en número de aforados, siendo el segundo de Europa Francia con 18 y España con 250.000. No se si también único en el mundo, pero si en Europa, de que para cobrar la pensión mínima de jubilación, (623,40 euros), además del haber cotizado un mínimo de 15 años, también se exige que dentro de los últimos 15 años anteriores a cumplir la edad de jubilación, se tiene que haber cotizado dos años... el único país europeo y solo para la clase trabajadora y no para la casta política ni eclesial.

Miles de personas, habiendo cotizado 20-30 años y quedarse en paro eterno a los 50 años, van a tener derecho a una jubilación de cero euros... a no ser que sean políticos o curas. Otra singularidad constitucional de este país.

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