Bueno amigos y amigas:

Pues después de cinco horas de operación, han informado a mi pareja de que todo ha ido muy bien.

Cuatro horas después, ya despierto en la UCI, es decir, en el momento actual, tengo la sensación de haber recibido un regalo inesperado en el hecho de que me encuentro sin ningún tipo de molestias y, aunque tengo que estar en posición boca arriba, me encuentro muy cómodo y muy a gusto, y con el mejor de los ánimos, os aseguro.

El trato es exquisito, desde el celador que me llevó en silla de ruedas en el primer momento, hasta el ATS que me acaba de atender. Lo que me hace pensar que si yo, un ciudadano corriente, he podido acceder a algo que me ofrece los mejores recursos en relación con la ciencia y la tecnología, con personal altamente preparado y motivado, y basado en los recursos públicos, ¡este sistema hay que defenderlo a muerte!

Otra cosa que me parece muy interesante; en un momento dado, le he preguntado a una auxiliar entradita en años que ordenaba los sueros por la última OPE de este fin de semana. Me ha comentado que se presentó, y lo mal que lo ha pasado y el esfuerzo que ha tenido que hacer, porque no es lo mismo estudiar cuando tienes veinte años, que cuando tienes más de cuarenta.  Me ha dicho también que ella «solo» lleva diez años en este trabajo, y que otras personas llevan mucho más. Y no lo quiero dejar pasar.

Esta mujer, con la única muestra del trato que me ha ofrecido, me ha demostrado su validez y su fiabilidad, y también la mala fe de un sistema que no reconoce diez años de labor continuada como mérito suficiente para ejercer de forma fija y sin angustias para el trabajador.

Bueno, ya sé que pensaréis que este no es exactamente el tema por el que os mandaba el mensaje, pero para mí todo está entrelazado. Por lo demás, todo perfecto hasta el momento (mientras escribía esto me han hecho una exploración neurológica totalmente normal), mucho mejor de lo esperado, y encarando con mucho optimismo las jornadas que han de venir.

Un abrazo muy fuerte para todos y todas.