Las elecciones municipales en la ciudad de Barcelona, es de un exotismo extremo, porque todos los partidos que se presentan no pueden polarizar un debate con un mínimo de rigurosidad, ya que no existe ningún proyecto alternativo que no sea la venta de la ciudad con sus habitantes incluidos, al capital especulativo. Lo acontecido en el barrio de los pijos, el de los ricos de la ciudad, en torno a dos edificios ocupados hace unos diez años, cuyo propietario es la Sareb, que hasta el momento no había nada que destacar. Hace unas semanas, una serie de partidos políticos, apoyados por una empresa que se dedica a desocupar con criterios peculiares, unos días antes personas no identificadas empezaron a lanzar objetos a la fachada, y ventanas, de los inmuebles. Lo que se pretendía era provocar, ya que se sabe que los ricachones enseguida entran en pánico. La Rosa de Foc, que Joan Maragall, describió en su tiempo que el espíritu de la catalanidad, se situaba en Barcelona. Ahora se ha trasformado en el botellón. La prueba estriba que al día siguiente en las escuelas del barrio, la de los niños ricos que los pobres pagan, pero tienen barrado su acceso, cantaban estos niñatos, consignas contra la alcaldesa. ¿Se acuerdan de los profesores de institutos en el que había papas de la porra, después del 1-O, que se encontraron las escuelas destrozadas, que no se pudo mencionar nada? Y que algunos profesores tuvieron que cambiar de escuela. Por supuesto que no pasará nada, ya que lo que impera es la ideología de estos niñatos matones, que sus papás contratan a mercenarios musculados. La liberación nacional de los edificios, no se llevó a término. Pero lo que hay que destacar es como todos los medios de comunicación prepararon la previa días antes, y retransmitieron el evento en directo. Es la prueba en el que todos los partidos políticos, sacaban algún tipo de rédito. Ya que todos los medios públicos, y privados, programan con el consentimiento político. El encuentro fue del todo frustrante para los que querían una verbena antes de tiempo. Los que retransmitían el partido estaban apagados, ya que no hubo nada que resaltar. Los uniformados con sueldo público tenían dos manifestantes a su cargo y la movilización por ambas partes fue testimonial, ya que hasta pizzas se repartieron y los niños pijos se hacían fotos con el benefactor. De todas formas, el éxito consistió en el que no se pueda debatir ni encontrar soluciones en contra de los auténticos okupas, que son: las islas peatonales, lo que consiguen es revalorizar el suelo, y los pisos turísticos, que se alquilan por días. Todo ello conforma un magma sulfuroso, de una civilización que el proceder del propietario, y del inquilino por horas, les importa un carajo las repercusiones de su proceder, y el marco legislativo y político, está en función de estos caprichos.
 
Atentamente.