Esta semana hemos conocido que el PNV ha dedicado unilateralmente (como todo lo relacionado con el Guggenheim en Urdaibai) que quiere dar una pausa o una tregua de dos años, a uno de sus proyectos estrellas de los últimos años en Bizkaia y más concretamente en Busturialdea.

Quien esté interpretando esta tregua como un proceso de reflexión en el que los aparatos del PNV se van a poner a disposición del pueblo y se va a realizar un gran proceso participativo de escucha activa, o no está prestando atención, o no entiende lo que hay en juego en todo esto.

Me voy a centrar en denunciar el plan que está urgiendo el PNV con esta «tregua de paja», para aquellos que creen en que otro PNV es posible. En los próximos 2 años este partido va a realizar todos los trámites administrativos que necesita para seguir dando pasos para iniciar las obras, paralelamente seguirá con su trabajo de marketing tanto en el eskualde como en Bizkaia para aleccionarnos con las ventajas de esta gran obra.

Porque para el PNV el Guggenheim en Urdaibai no es un proyecto único, es la punta de lanza para algo mucho más ambicioso. Los jeltzales llevan años queriendo presentar Busturialdea como una comarca de turismo de alto standing que pueda atraer a una elite.

Primero relajan la normativa de protección con el desembarco del museo en el corazón de las marismas, luego se van modificando otros planes sectoriales como ya han empezado hacer POU de Murueta o la modificación del Plan Territorial Parcial del Área Funcional Gernika-Markina.

¿Cuánto pueden tardar en llegar hoteles de lujo, urbanizaciones privadas o campos de golf para complementar la oferta museística?

El ejemplo de las consecuencias de un turismo elitista y basado en la especulación, los tenemos repartidos por toda EH.

Hago mías las ambiciones de la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop, la única decisión sensata en todo este desaguisado es la completa paralización del proyecto museístico artificial y abordar con ambición un plan real y consensuado, que ponga en el centro las necesidades de la población de Busturaildea y un futuro que respete las singularidades de Urdaibai. Quien acierte en ese análisis garantizara un provenir a la comarca y una alternativa para este país.