Serán conscientes todos los implicados en sostener al nuevo Gobierno, supongo, de su responsabilidad en no fallar. Porque, se sale bien de ésta y evitamos romper la cuerda, o se avecinan tiempos muy duros, mucho más de lo que las expectativas generales ya prometen.

Viniera bien a sus señorías exigirse continuamente pensar en este aspecto, y no perder de vista ese referente del equilibrio y la cohesión social propio de las izquierdas, sin olvidar que: responder a las provocaciones, o ir directamente a la confrontación, solo beneficiaría a la oposición. No es hora, por tanto, de tensar demasiado la cuerda midiendo las fuerzas, sino, discretamente, de aplicarse en sumar fuerzas. Y no sólo las propias, sino también las del opositor; de hacer de la debilidad virtud y, como aprendió Ghandi de Vinoba, de utilizar la fuerza del otro a favor.

Momento, pues, de aplicarse con inteligencia y responsabilidad, desde una altura de miras que supere la ignorancia y los prejuicios de nuestro pasado condicionamiento social.