Txiro Samaniego

Una cadena y 3.000 corazones

Enero de 2012 , dos años ya. Se había creado el primer muro popular, la solidaridad con los jóvenes comenzó a funcionar; encierros, movilizaciones contra los juicios y las sentencias políticas con las que teníamos que acabar. Y en plena lucha llegó ese día en el que el chaval, al ser detenido, queriendo ser el último, gritó el deseo de este pueblo: «¡Basta ya!». Pero fue tan duro cuando se lo llevaban que al cantar el “lepoan hartu” lloramos; eran lágrimas de verdad. Con ese sentimiento solo se puede ganar, esas lágrimas eran gotas, era una premonición, empezábamos a ser mar. En este tiempo otros muros se han creado y a otros de nuestros chavales nos los han robado, pero en este camino la solidaridad del pueblo cada día ha sido mayor, por eso no tengo duda: al odio y la venganza los vamos a derrotar.


Ahora estamos viendo nacer otro muro popular para defender a nueve de nuestros jóvenes que están siendo juzgados ya, por tener ilusión e ideales. Seis años les quieren encerrar, pero el pueblo cada vez está más harto de los que no quieren la paz, sacan mas réditos con su guerra. Son pura maldad. Por eso, el día 25 de enero se va a celebrar en Gasteiz una cadena humana en solidaridad con estos jóvenes. Unamos nuestras manos, rodeemos esos lugares donde tantaose habla de paz pero se hace poco de verdad, dentro de esa cadena tienen que escuchar el palpitar de nuestros corazones pidiendo de una vez por todas y para siempre el ¡Basta ya!.

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