Una carta abierta desde la bici
Hoy es un miércoles como otro cualquiera o incluso mejor, porque tenemos sol y apunta a un día fantástico para las fechas que estamos en esta nuestra Vitoria. Pero son las 10:10 de la mañana y estoy indignado, enfadado y sobre todo muy preocupado. Soy un vecino de Vitoria que vive en la calle Diputación, sí la peatonal y que su medio habitual de transporte es la bicicleta porque, hasta la nueva Normativa Municipal, en una calle como la mía es el medio de locomoción perfecto para mis hijos y para mí.
Pero las últimas semanas esto está cambiando drásticamente y seguramente un sociólogo al que me gustaría ver analizar este asunto y leer sus conclusiones sabrá mejor que yo por qué ocurre esto, pero de años sin un solo problema al circular con la bici a todos los días verme acosado por coches, recriminado por peatones y con miedo hacia los agentes de Policía Municipal desde unas semanas antes que se pusiera en vigor la nueva normativa del uso de la bici. En mi caso siempre he circulado con dos sillitas y con mis dos hijos cosa que creo ahora está «prohibida» y prohibición sobre la que no tengo soluciones así que cualquier día, tendré problemas por ser vitoriano, padre, ciclista y con conciencia. Uso la bici para llevarlos al colegio, para recogerlos y para llevarlos a sus actividades tanto si hace el sol de hoy como si llueve a jarros, siempre. Es cómodo porque en una ciudad pequeña como la nuestra los desplazamientos se hacen muy rápidos y por conciencia ideológica ya que es silenciosa, no contamina y hace de nuestra ciudad un sitio mejor para vivir. Como en todos los aspectos sociales de la vida, siempre hay quien usa mal cualquier cosa.
Soy el primero que he deplorado a los que iban con sus bicicletas en zonas peatonales tan rápido o haciendo tantas tonterías que ponían en riesgo a niños y mayores pero la solución no está en poner en marcha iniciativas sancionadoras y restrictivas como la actual, llenas de titulares politizados, porque crean efectos en los ciudadanos como los que me motivan a escribir esta carta.
Desde antes que la normativa empezase a funcionar y que ya estaba en boca de todos, circular por las calles que no tienen bici carril es más peligroso. Pitos, acosos con los coches, muy pocos conductores respetan un margen de seguridad, gestos, aspavientos. La bici les molesta y estar en los titulares de los medios de comunicación ha transformado el medio. Lo peor es que claramente cada día todo esto es más radicalizado.
En las peatonales no es mejor incluso dentro del horario permitido. Los repartidores que antes respetaban muchísimo a las bicis es como si algo les hubiera sentado mal, acelerones, buscar pasar primeros, frenadas, aspavientos... ¿qué ha ocurrido? ¿Y los peatones? solo hoy por la mañana en las peatonales he oído varias veces al pasar lo de «putas bicis» y antes la gente no te buscaba, había sitio para todos. Ahora es diferente, gente que acelera el paso o que no cambia ni un ápice su dirección para dejarnos pasar mutuamente, intolerancia y discusiones.
Hoy han sido tres, pero ya son muchos días los que me recriminan, me pitan, me obligan a detenerme y maniobras de riesgo buscando el límite por parte de algunos conductores, sin contar las docenas de coches aparcados en los bici carriles como el que pasa por enfrente del colegio Niño Jesús que no te permiten pasar. Todo esto por poner solo algunos ejemplos que te hacen plantearte mandar la bici al camarote y volver a lo de siempre, al coche. ¿Esto buscaba la nueva normativa? Hubiese sido tan fácil como concienciar por esos mismos medios de comunicación y el Ayuntamiento sobre todo lo bueno que aporta la bici a una city.
Exponer las normativas a los ciudadanos de otros países como Holanda y sobre todo extender el registro de bicicletas para la creación de la BiciTxartela, obligatoria, personal e intransferible que todos los usuarios de la bici deberíamos llevar expuesta para circular por las calles de Vitoria. Hubiese sido tan fácil como poner en marcha en los Centros Cívicos cursos impartidos por Agentes Municipales de concienciación, civismo y circulación para ciclistas y hubiese sido más sencillo retirar la BiciTxartela a esos ciclistas inconscientes y proponerles pasar por sendos cursos para recuperarla y así poder volver a circular en lugar de ejemplificar por la sanción.
¿Tan difícil es gobernar confiando en los ciudadanos y dar opción al conocimiento y la educación en lugar de gobernar a base de sanciones, reproches y titulares? Señor Alcalde, creo sentidamente que la ha liado bien y espero que nadie sufra daño alguno. Usted ha sido capaz de crear conflictos donde no los había. Todo el mérito es suyo y de su equipo. ¡Enhorabuena por una nueva «cagada» en la Green Capital con algo tan Green como la bici! Para el resto.
Conductores, ustedes que cada mañana arrancan sus vehículos para sus desplazamientos, solo les pido dos reflexiones. La primera es que imaginen un coche circulando por el mismo lugar por cada bici que se topan. Sopesen los atascos y cuantos minutos antes le obligaría a salir de sus casas para cumplir con los mismos horarios. La bici elimina tráfico, hace de nuestra ciudad un lugar más limpio y silencioso. La segunda es que al margen de normativas y titulares la tolerancia, el buen trato y la amabilidad hace de nuestras sociedades un sitio mejor para vivir. Seamos tolerantes, cuidadosos, respetuosos y condescendientes, ganamos todos. Peatones. Qué decir de todos nosotros, porque a lo largo del día todos pasamos por ese rol. Pues que no podemos convertirnos en «un peatón, un policía». No creo que sea bueno convertirnos en Don Quijotes interpretando unas «leyes» que no entendemos ni conocemos con exactitud y que creemos conocer, es más, hasta nos ofuscamos. No es una buena manera de vivir ante una realidad que cada día tiene más normas, mas restricciones y más complicaciones. Así nos va.
En una acera hay sitio para todos solo siendo condescendientes, tolerantes y cuidadosos. Convertir una ciudad en un lugar en el que pequeños, familias y mayores conviven con tolerancia y amabilidad debería ser el axioma frente a políticas trasnochadas y restrictivas. El que la movilidad se base en medios que no nos perjudican nuestros hábitos de vida y nuestra salud debería estar entre los más valorado, refrendado y defendido.
Entre todos podemos cambiar la mentalidad, espero que así sea en Vitoria igual que ya lo es en muchos otros paises. Agentes. Me han venido a decir durante sus periodos de información que están para hacer valer la ley. Seguramente. Pero no es menos cierto que su capacidad de hacerla valer es solo suya y que esa capacidad se adquiere. Eso es lo que los determina y lo que los hace mejores agentes y sobre todo, más queridos u odiados, no individualmente sino como colectivo. La amabilidad y el sentido común son importantes para todo y últimamente muchos de ustedes cojean por ese lado. Es fundamental para patrullar y concienciar al ciudadano, porque estoy seguro que no siempre hace uno mejor su trabajo con una sanción y menos en estos tiempos que corren, sobre todo con normativas como esta. Y usuarios de bici. Al margen de todo lo expuesto demostremos a todos que se equivocan, siendo ejemplares en nuestra conducta y sobre todo no nos dejemos amilanar. Subiendo la bici al camarote perdemos todos.