Olga Santisteban Otegui

Vagos y maleantes

Así se denominaba una infame ley (proveniente de la época republicana) y que fue de nuevo «creada» durante la dictadura franquista (año 1954) como ley de peligrosidad social, para represaliar la homosexualidad, invertidos, pederastas o pervertidos (aquí no se mencionaba a las lesbianas pero, desde luego, la vivieron en la máxima represión durante aquella época) por mencionar la tristemente cárcel de Vargas. Sea como fuera, aquella ley, denigró y estigmatizó a todos aquellos y aquellas que pensaban y amaban «diferente», se crearon centros de «rehabilitación», muchos de los mismos, verdaderos campos de concentración, por el riesgo que representaban para la buena moral de la sociedad. Todo esto sucedía durante una dictadura en la que los derechos sociales eran impensables, no solamente para los homosexuales y lesbianas, sino también para aquellos o aquellas que no «comulgaban» con el régimen. Estamos ahora en el siglo XXI y año 2023, pero parece ser que los «nostálgicos» de aquella época parece que quieren volver por aquellos sus «fueros». Se constituyen estos días, gobiernos municipales y pactos de gobiernos autonómicos, muchos de los cuales, llevan el «sello» de aquellos nostálgicos, de la ley que les describo, por supuesto, convenientemente «disfrazada» de buenos deseos y en algunos casos, con la connivencia de los que dicen respetar, esos derechos tan trabajados y peleados, a lo largo de todos estos años. Veremos, pues, donde nos lleva todo esto, pero lo que está muy claro, es que no podemos retroceder ni un paso atrás, hacia aquel «negro» pasado. No lo olviden, no lo olvidemos.

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