No sé bien cómo empezar esta carta, pues de verdad que me duele ver lo que ayer por la noche tuve la ocasión de presenciar en la televisión pública vasca. Resulta que hay un concurso que se llama el Conquistador del fin del mundo pero que en realidad no es otra cosa que un espacio en donde se ridiculiza a la población indígena, se talan sus árboles y se tortura a animales mientras un@s cuant@s blanc@s se creen muy «machotes y machotas» por estar un espacio selvático.

Qué dolor, sufrimiento y vergüenza ajena me dio ver como ayer dos concursantes eran obligadas a matar a unos peces para poder quedarse una semana más en aquel lugar. Cómo eran dichos animales ensartados, golpeados, maleados, perseguidos y finalmente muertos para satisfacción de un presentador rubio que va de enrollado y que corregía a los concursantes «así no, hay que clavarlo como un cuchillo» decía mientras las concursantes los torturaban. Horrible. No entiendo cómo permiten que por el simple hecho de querer dar un barniz aventurero al programa se mate de la manera más gratuita posible a unos cuántos peces que estaban en su hábitat tranquilamente. Le sugeriría que la próxima vez jugasen a arrancarse manojos de pelos unos a otros a ver quién conseguía más y así volvía la próxima semana.