Pueblos pequeños, clave del equilibrio territorial

Eusko Ikaskuntza ha puesto en marcha el proyecto Municipios Pequeños Inteligentes, dirigido a conocer la realidad de los pueblos pequeños de Euskal Herria, identificar las oportunidades que tienen y mostrarlas a la sociedad con el objeto de intentar frenar la descapitalización que actualmente sufren. El proyecto ha comenzado con un análisis de las localidades de pequeñas dimensiones de Gipuzkoa y se ha completado con un catálogo de experiencias prácticas que han servido para activar, recuperar y fortalecer algunas de esas comunidades dispersas por toda nuestra geografía.

Una iniciativa meritoria en estos tiempos de culto a las grandes estructuras, a la concentración, la centralización y las economías de escala, donde las grandes urbes acaparan población y recursos mientras las pequeñas localidades sobreviven en un estado de precariedad permanente hasta que, finalmente, terminan por desaparecer. El proyecto subraya, además, que la magnitud de la cuestión es bastante mayor de lo que a primera vista reflejan los datos de población. Si tomamos en consideración que los municipios de menos de 2.500 habitantes suman tres cuartas partes del total de ayuntamientos y gestionan más de dos terceras partes del territorio de nuestro país, el reto adquiere una dimensión trascendental a la hora de dibujar el futuro al que aspiramos como pueblo.

Conviene reseñar, asimismo, que en el proceso se ha dado la palabra a la gente que vive y trabaja en estas localidades. Han lanzado dos mensajes claros. Por un lado, en estos tiempos de recortes sociales y de óptimos mal entendidos, subrayan la importancia que tienen para la supervivencia de estas comunidades los servicios públicos básicos, como escuelas infantiles y centros de salud; por otro, remarcan la urgencia de personal para dinamizar proyectos. Ambas ideas reflejan la necesidad de un amplio consenso institucional sobre estrategia y planificación que tenga como fin lograr un territorio más equilibrado.

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