Quien más hace necesario el debate policial es Lakua
La convocatoria conjunta para policías locales de los ayuntamientos de Azpeitia, Zumaia y Getaria ha generado una reacción de Lakua y PNV que resulta sintomática por lo que tiene de nerviosa y contradictoria. Para empezar, como el sábado admitía el portavoz parlamentario jelkide Joseba Díez Antxustegi, los consistorios «tienen autonomía para gestionar como quieran la selección de los policías», lo que hace poco comprensible que el consejero Bingen Zupiria amenazara veladamente a EH Bildu con un supuesto incumplimiento de la legalidad. Más llamativo aún es que Zupiria situara como algo fuera de lugar el debate sobre el modelo policial cuando una de las primeras noticias ese día, medios públicos incluidos, era que una mujer ingresó en la UCI con edema cerebral tras un operativo de la Ertzaintza del que no hubo noticia oficial en 18 días.
Antes que Karen Daniela Ágredo fue Amaya Zabarte, y antes Xuhar, y antes Eneko Valdés, y no hace mucho Iñigo Cabacas, en una lista que no deja de engordar. Y tan ajeno parece el Departamento de Seguridad ante esta patata caliente que intenta dar lógica a algo realmente elocuente: esa noticia ha llegado a Euskal Herria desde el otro lado de un océano, desde Colombia. El dato lo dice todo de la falta de transparencia en las formas y de la impunidad en el fondo. Claro que hace falta un debate sobre el modelo policial, y más concretamente sobre la Ertzaintza. Y de hecho quien más lo propicia con su actitud es el Gobierno de Lakua.
En esta estupefacción, real o fingida, hay más elementos que no cuadran. A Díez Antxustegi y Zupiria no les puede sorprender que EH Bildu plantee esta cuestión, que está en su línea de acción desde su inicio: ya en 2016 trajo a Euskal Herria a expertos vascos o quebequeses para explicar cómo han hecho tránsitos hacia otro tipo de policías. Ocurre que el tiempo va pasando y los problemas de la Ertzaintza no se van encarrilando como ocurren con otros temas del posconflicto, sino que se agudizan. Eso lo sabe mejor que nadie el propio Zupiria tras la campaña parasindical que quemó a su antecesor, Josu Erkoreka. Cuanto antes empiece el debate, mejor.