¿Quién quiere levantar una nueva barrera en Irlanda?

Boris Johnson envió el lunes una carta al presidente del Consejo Europeo en la que pedía alcanzar un pacto sobre el Brexit que no contemple la «salvaguarda» irlandesa, indicando que en caso de que se eliminara sería posible aprobar un acuerdo para la salida de la UE, que en caso contrario se ejecutará el 31 de octubre de manera abrupta. Tanto Donald Tusk como la Comisión Europea rechazaron ayer la idea. Y es que esa cláusula pretende asegurar que no habrá una frontera «dura» entre la parte de la isla que se halla bajo administración británica y la República de Irlanda, e implicaría, como último recurso y bajo una serie de condiciones, mantener temporalmente a los seis condados del norte en la unión aduanera y en el mercado comunitario.

Volver a levantar una barrera física que se extendería unos quinientos kilómetros en medio de Irlanda no sólo castigaría a las miles de personas que pasan diariamente de sur a norte y de norte a sur, sino que afectaría negativamente a la economía de los habitantes de ambas partes. Además, vulneraría los acuerdos de paz firmados en 1998, que exigen que no haya una frontera entre la República y los territorios bajo control de la Corona. Sería irresponsable jugar con el esfuerzo realizado durante años para encauzar el conflicto en términos exclusivamente pacíficos.  

En Irlanda casi nadie desea reinstaurar la frontera; muchos la consideran un símbolo de la partición, y otros temen los efectos que puede tener en su vida. No la quieren ni a un lado ni al otro, como demuestra el resultado del referéndum del Brexit, que dejó una clara mayoría contraria a la salida de la UE. Es una opción que sólo defienden los unionistas más contumaces, aquellos de los que depende Johnson para mantenerse en el Gobierno. Temen que la normalidad en la relación norte-sur acabe por diluir el dominio británico sobre los seis condados, sin considerar que la excepcionalidad hará que cada vez más gente desee sacudirse ese dominio y apueste por una Irlanda unida.

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