UGT, CCOO y CEN no dan la talla con el salario mínimo

A principios de mes, Confebask no acudió a una reunión con ELA, LAB, CCOO y UGT para hablar del salario mínimo propio, una actitud que extrañó hasta al consejero de Economía del Gobierno de Lakua, Mikel Torres, quien posteriormente criticó  a la patronal en el Parlamento. Lo mismo ha ocurrido ahora en Nafarroa, donde tras un primer desplante el 11 de febrero, la CEN tampoco acudió a la segunda reunión. En este caso, de forma incomprensible, han secundado la posición de la patronal las centrales UGT y CCOO, mayoritarias en el herrialde.

Un boicot patronal que solo tiene sentido desde la lógica de seguir jugando a pequeña. Ante una iniciativa que pretende mejorar la distribución de la riqueza, reducir la pobreza e incentivar la demanda de la que se beneficiará todo el tejido productivo, especialmente las pequeñas y medianas empresas locales, la patronal vasconavarra pretende seguir apostando por los salarios precarios, la desigualdad, la pobreza y una demanda mermada, con el objeto de acumular el máximo beneficio en el menor plazo de tiempo. Una actitud que denota que el empresariado vasco adolece de una falta total de visión de país. Rehuye debates y boicotea cualquier iniciativa que vaya más allá de su interés crematístico particular a corto plazo. Una falta de perspectiva que se transforma en un lastre a la hora de enfocar el futuro económico de Euskal Herria.    

Sin embargo, más inexplicable resulta la posición de UGT y CCOO. Mientras en la CAV defienden un salario mínimo propio, en Nafarroa boicotean esa posibilidad, aliándose además con la patronal. No solo legitiman la actitud obstruccionista de los empresarios, sino que también socavan la lucha de la clase trabajadora por un reparto de la riqueza más justo. Pero es que además dan a entender que su posición política cambia según la relación de fuerzas: allí donde están en minoría se pliegan a la mayoría, pero donde son mayoría, obstruyen cualquier cambio. Una actitud patética que, parafraseándoles, antepone sus «obsesiones nacionalistas a los intereses de los y las trabajadoras navarras». Su postura es insostenible y deben apoyar un salario mínimo propio.

Buscar