Alberto Pradilla
Madrid

Interior cambia de versión sobre los arrestos e insiste en cuestionar al GIC

El ministro del Interior español, Jorge Fernández, ha dicho que el grado de responsabilidad en ETA de Oroitz Gurrutxaga y Xabier Aranburu es cuestión «secundaria». Dos días después de los arrestos, les imputa trasladar un kilo de sustancias que cree que podrían servir para fabricar explosivos, como ya hizo en otra redada en enero, y de lo que nunca más se supo.

El Ministerio del Interior español ha modificado su versión sobre Xabier Aranburu y Oroitz Gurrutxaga, detenidos el domingo en Las Landas. Jorge Fernández Díaz, que ha recibido la visita de su homólogo, Manuel Valls, ha añadido que ambos transportarían una pequeña cantidad de explosivo, elemento que no se había citado ni el domingo ni ayer. Además, no ha querido precisar en qué grado de responsabilidad en ETA podrían encuadrarse los dos ciudadanos vascos, a pesar de que su propio departamento anunció la operación como la caída del «jefe militar» de la organización.

Según la versión policial hecha pública hoy, Gurrutxaga y Aranburu portarían «un kilo de material para elaborar explosivos», así como algunas ampollas de mercurio. No es la primera vez que desde Interior se trata de insinuar algo así. Ya ocurrió con Jon Etxeberría Oiarbide, Íñigo Sancho Marco y Rubén Rivero Campo, detenidos en enero. Luego nunca más se supo de ello.

Las distintas versiones mantenidas al hilo de los arrestos por Jorge Fernández y Rodolfo Ares, consejero de Interior de Lakua, han sido reducidas a «matices» provocados por las diferentes fuentes de información. Madrid ha hablado de posibles «captaciones» mientras que Ares ha dado por hecho que el cese decretado por ETA era total. «Lo importante es que ha sido derrotada policialmente y que tiene que disolverse», ha zanjado Fernández Díaz, que ha calificado ambas apreciaciones de «distintas pero no contradictorias».

En el mismo sentido, ha querido restar importancia a la responsabilidad que podrían tener ambos detenidos. En un primer momento, Interior quiso vender la caída del «jefe militar y del aparato de captación». Hoy, sin embargo, Fernández Díaz ha matizado que «el rango que ocupen es un valor secundario y tiene una importancia relativa». Para ello, se ha escudado en que las notas remitidas a la prensa reflejaban «lo que dice la Policía».

En una semana marcada por la visita de Valls, nuevo ministro del Interior francés, y la gira del Grupo Internacional de Contacto (GIC) por Euskal Herria, los arrestos no parecen algo casual. Menos aún cuando Fernández Díaz ha aprovechado para lanzar un recado al GIC. Al referirse a las presuntas incautaciones de material, el ministro del Interior ha alegado que «la información no nos la ha proporcionado ningún grupo de contacto ni de verificación, sino las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que son las únicas creíbles».

En su primera visita al Estado español, el responsable policial francés, Manuel Valls, ha querido mostrar su adhesión total a la línea marcada por el Estado español y a ella se ha remitido al ser preguntado por la posibilidad de acercar presos, según lo aprobado por la Asamblea de París. Esta posición ha sido criticada por Amaiur a través de una nota en la que ha censurado la «estrategia inmovilista» y ha abogado por abrir cauces de diálogo.