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Jerusalén

La ONU vota para reconocer a Palestina como Estado observador

El presidente palestino Mahmud Abbas propondrá en la Asamblea General de la ONU una resolución para convertir a Palestina en un Estado observador de la organización, una victoria diplomática que a buen seguro podría acarrear represalias de Tel Aviv y Washington que terminará pagando el pueblo palestino de los territorios ocupados por Israel.

Líderes de la OLP hablan sobre la posibilidad de que Palestina se convierta en un Estado observador. (Abbas MOMANI/AFP)
Líderes de la OLP hablan sobre la posibilidad de que Palestina se convierta en un Estado observador. (Abbas MOMANI/AFP)

El presidente palestino, Mahmud Abbas, que la pasada noche se ha entrevistado en Nueva York con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y con representantes de la Administración de Barack Obama, encabeza la delegación que presentará formalmente la iniciativa.

Abbas propondrá en la Asamblea General de la ONU una resolución para convertir a Palestina en un Estado observador de la organización, una victoria diplomática que ayer mismo recibió el apoyo de estados como el español, Rusia o Bélgica. China y el Estado francés también respaldan la iniciativa, mientras que el Gobierno alemán ha anunciado que se va a abstener en la votación, al igual que Gran Bretaña.

El proyecto de resolución, que tiene asegurada la aprobación por mayoría simple que requiere la ONU, pide a la Asamblea General que otorgue a Palestina el estatuto de «Estado observador no miembro» dentro de la organización. Sería el segundo Estado con dicho estatuto, tras el Vaticano.

El texto también expresa «la esperanza de que el Consejo de Seguridad considerará de manera favorable» su candidatura, presentada en setiembre de 2011 por el propio Mahmud Abbas, para que Palestina sea miembro de pleno derecho.

El proyecto de resolución también pide retomar las negociaciones para alcanzar una «solución pacífica» y establecer un Estado palestino «viviendo en paz y en seguridad al lado de Israel sobre la base de las fronteras de antes de 1967». «Vamos a la ONU con total confianza en nuestra acción», había dicho Abbas el domingo pasado en Ramallah (Cisjordania) ante los miles de personas que acudieron al acto organizado para apoyar la iniciativa.

En la tribuna de la Asamblea General, en setiembre, Abbas afirmó que quiere «salvar la oportunidad de alcanzar una paz justa».

«Cuando Palestina obtenga el estatuto de Estado no miembro, ningún israelí podrá decir que los territorios palestinos están disputados», dijo el negociador palestino Saeb Erakat. «Palestina se convertirá en un país ocupado», aseguró.

La UE, incapaz de consensuar una posición común, también se agarró al deseo de paz. «Sea cual sea el resultado de la votación el 29 de noviembre es importante que todas las partes y actores involucrados trabajen para una solución al conflicto con una determinación renovada, sobre la base de negociaciones directas sin retrasos ni condiciones», dijo a Efe un portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.

El estatuto de Estado observador de la ONU permitirá a Palestina formar parte de muchas organizaciones y tratados interna- cionales como la Corte Penal Internacional (CPI) o la Cuarta Convención de Ginebra sobre la protección de derechos civiles.

Represalias de EEUU e Israel

El Departamento de Estado de EEUU, que votará en contra de la resolución como confirmó anoche, indicó el pasado lunes que si se aprueba «no habrá una respuesta favorable» del Congreso estadounidense para otorgar los 200 millones de dólares de ayuda prometidos a Palestina.

Israel también amenazó con represalias como bloquear los impuestos que el país recauda en nombre de la Autoridad Palestina, reducir el número de permisos de trabajo para los palestinos o incluso derogar los acuerdos de paz de Oslo de 1993. Una portavoz del Ministerio israelí de Exteriores, Ilana Stein, dijo sin embargo el martes a France Presse que la reacción dependería en buena medida de cómo se utilice el nuevo estatuto. «Si los palestinos utilizan esta resolución como un instrumento de enfrentamiento, actuaremos en consecuencia (...) Pero si no es el caso, no tomaremos medidas severas», aseguró.

La ANP expresó el martes su «rechazo categórico a las amenazas israelíes y a la política de chantaje contra la Autoridad» e hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que «asuma sus responsabilidades legales y morales y rechace e impida la ejecución de las amenazas de Israel». Sin embargo, según el negociador palestino Mohamad Chtayyeh, las represalias israelíes solo son «amenazas en el aire porque a Israel le interesa mantener a la Autoridad Palestina tal como está».

La Liga Arabe aportará a Palestina 100 millones de dólares mensuales en caso de que Israel y EEUU apliquen sanciones financieras, dijo el negociador.