Si Laboral Kutxa Baskonia se impone a Panathinaikos con el rosario de bajas que arrastra, alguno se deberá convencer de que los milagros existen. Con las bajas de Kelati y San Emeterio, que se unen a las conocidas de Hanga y Mainoldi, el adiós de Clark, más los problemas físicos que mantienen entre algodones a Jelinek -gastroenteritis- y Hamilton -un golpe en la rodilla-, los gasteiztarras bastante hacen con completar el equipo en su duelo frente al PAO.

«Por lo demás, todos están bien», reconocía entre carcajadas Sergio Scariolo poco antes de partir hacia Chipre. Pues ni eso, ya que a la hora de su rueda de prensa San Emeterio parecía sano, y ahora causa baja por las tres próximas semanas. Según la nota de prensa emitida por el club baskonista, el alero santanderino sufre un «arrancamiento del tendón extensor de cuarto dedo de su mano derecha». El jugador iniciará en las próximas horas su proceso de recuperación que consistirá en un «tratamiento conservador, supervisado por el cuerpo médico» del club, según rezaba la nota.

Tirar con lo que hay

Visto lo visto, bastante tendrá el preparador de Brescia si al final del choque de esta noche no se le ha lesionado nadie más. O tal vez descubra que Van Oostrum e Ilimane Diop pueden dar minutos de calidad en la Euroliga, aunque se presume que estos dos jugadores aún deben madurar mucho antes de aportar.

En ese sentido, no sorprende que Saski Baskonia haya fichado por espacio de un mes al escolta lituano Rimantas Kaukenas. De 36 años y 1,92 metros, el ex de Montepaschi Siena y Real Madrid se incorporaba a la expedición de Laboral Kutxa Baskonia, aunque su debut no será sino en el choque del domingo ante Estudiantes. En su último equipo, Zalgiris Kaunas, Kaukenas promediaba 7,8 puntos, 2,4 rebotes y 2 asistencias en la Euroliga.