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Barcelona

El Parlament pide al Congreso español la competencia para convocar referéndums

El Parlament ha aprobado esta mañana la proposición de ley para pedir al Congreso el traspaso de la competencia para convocar referéndums. La medida ha sido aprobada con los votos a favor de CiU, ERC, ICV-EUiA y tres diputados díscolos del PSC, que finalmente han optado por romper la disciplina de voto. La dirección tendrá que decidir ahora si cumple su palabra y los expulsa del grupo parlamentario.

Artur Mas hace un gesto de satisfacción a militantes independentistas tras la votación. (Josep LAGO/AFP)
Artur Mas hace un gesto de satisfacción a militantes independentistas tras la votación. (Josep LAGO/AFP)

El pleno extraordinario celebrado hoy en el Parlament ha aprobado por amplia mayoría la proposición de ley para solicitar al Congreso de los Diputados el traspaso de la competencia para convocar referéndums a través del artículo 150.2 de la Constitución española. La propuesta, tramitada por CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP, ha contado con los votos a favor de los tres primeros partidos y de tres diputados críticos del PSC –87 votos a favor de 135–. La CUP, como ya había anunciado, ha optado por la abstención, mientras que el grueso del PSC, el PP y Ciutadans han votado en contra.

El cisma en el PSC por tanto es ya una realidad, dado que los diputados Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura han decidido finalmente romper la disciplina de voto y apoyar la proposición. Los tres diputados explicarán al mediodía el porqué de su decisión. De igual manera, la dirección tendrá que decidir ahora si cumple con sus amenazas y decide expulsar a los diputados díscolos del grupo parlamentario del PSC.

Al margen de la fractura del PSC, las intervenciones de los portavoces parlamentarios se han dividido en tres grandes grupos, con CiU, ERC e ICV-EUiA alineados en una defensa sin fisuras de la proposición de ley. El portavoz de CiU, Jordi Turull, ha recordado la existencia de un «mandato democrático de las urnas» para convocar la consulta y ha insistido en la necesidad de aprobar la proposición de ley de hoy: «Este paso no sobra, nos sirve para cargarnos de razón dentro y fuera de Catalunya». Para concluir, Turull ha pedido «más política al Gobierno español y menos al Tribunal Constitucional».

Por su parte, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha destacado que esta proposición «quizá no servirá para nada», pero ha defendido que «es necesario dar este paso para ganar toda la legitimidad democrática de cara a los pasos que tengamos que dar en el futuro». La republicana ha señalado además que la proposición de ley «tiene la fecha de caducidad fijada en el 9 de noviembre». También ha defendido la propuesta la portavoz parlamentaria de ICV-EUiA, Dolors Camats, quien ha recordado que «la mayoría de catalanes no apoya hoy en día el marco constitucional español». «¿Quién pone en entredicho su credibilidad democrática con sus constantes negativas?», se ha preguntado Camats.

Entre el sí y el no, con su abstención, se ha situado la CUP. El diputado Quim Arrufat ha iniciado su intervención activando «el nervio de la memoria» y recordando el proceso político de la «transacción democrática» de los años 70, en los que «por el pacto se renunció al derecho de autodeterminación». Arrufat ha reivindicado que «nunca» han participado en esos pactos «ni en la Constitución ni en el Estatu». «Es más, hemos militado en contra», ha añadido. Por ello, el diputado independentista ha confirmado la abstención de los tres diputados de la CUP, señalando que podían «acompañar a convocar el pleno y tramitar la proposición, pero ya está». «Vayan a Madrid y cierren este camino que se inició en los años setenta», ha concluido Arrufat.

En la bancada del no se han situado el grueso del PSC, el PP y Ciutadans. En una intervención dura y autosuficiente, el portavoz del PSC, Maurici Lucena, ha espetado a los impulsores de la proposición de ley que «saben que lo que plantean hace más difícil la celebración de la consulta» y ha reivindicado una vez más la vía federal, sobre la que ha dicho que «no es sencilla, pero mucho más fácil que la independencia». Lucena ha criticado además que los partidos de la consulta «han fijado la pregunta y la fecha sin acordarla con el Gobierno, justo lo contrario que los gobiernos de Escocia y Reino Unido», sin mención alguna a la diferente actitud de Cameron y Rajoy.

La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha optado por reclamar a los impulsores de la iniciativa que respeten «la respuesta democrática que reciban del Congreso» y por volver a airear el discurso del miedo: «con la independencia no solo saldríamos de la UE, sino que también de los tratados internacionales y habría una recesión económica». Por su parte, el líder de Ciutadans, Albert Rivera, ha vuelto a hablar de cortina de humo y ha calificado la iniciativa de hoy de «autogol», ya que con ella «admiten que no tienen competencia para convocar el referéndum».