Agustín Goikoetxea @goikodeustu
BILBO

Marcha fúnebre por las personas migrantes en Bilbo

Una marcha fúnebre por las personas migrantes ha recorrido este mediodía la Gran Vía bilbaina para acusar a las actuales políticas económicas y migratorias de generar explotación laboral, expolio de recursos y muerte. Penúltima etapa de la caravana EH Mugak Zabalduz que esta tarde finaliza en Santurtzi, donde se denunciará el «muro de la vergüenza» y el tráfico de armas en el Puerto de Bilbo.

La caravana de Mugak Zabalduz ha escenificado una marcha fúnebre. (FOKU)
La caravana de Mugak Zabalduz ha escenificado una marcha fúnebre. (FOKU)

La caravana EH Mugaz Zabalduz ha arribado hoy al mediodía a Bilbo después de un acto de protesta frente al Parlamento de Gasteiz. Una comitiva encabezaba por cinco ataúdes de madera –cuatro de adultos y uno de un niño–, similares a los que se utilizan a diario para dar sepultura a las personas migrantes que mueren, ha recorrido la Gran Vía a los sones de la marcha fúnebre ‘‘Gernika’’ de Pablo Sorozabal. Al frente, dos mujeres portando la enseña de Ongi Etorri Errefuxiatuak a la que seguían otras con una camilla en la que transportaban a una mujer representando a una migrante muerta.

La movilización ha ido deteniéndose ante distintas entidades bancarias –Banco Santander, Banco España, BBVA y Kutxabank– donde han entregado pequeños féretros de cartón con lemas como «inor ez da ilegala» y «no son muertes... son asesinatos», al tiempo que han denunciado que esas empresas «han dedicado entre 2011 y 2015 hasta 5.900 millones de euros al sector de las armas», que alimenta las guerras, mientras se considera ilegal salvar a personas en el Mediterráneo.

Parada ante Inditex, para recordar que la compra de ropa barata, con la que algunos amasan grandes fortunas, «tiene un precio, la vida de miles de mujeres trabajadoras y sus derechos» en numerosos países del mundo. Luego se han detenido ante el palacio foral para denunciar que la Diputación tutela a los menores migrantes hasta los 18 años. «Posteriormante, quedan desprotegidos, alimentando las bolsas de exclusión. Los recursos –se han quejado– no se adaptan a las necesidades actuales».

La comitiva se ha dirigido más tarde hasta la Subdelegación del Gobierno español en Bizkaia, en la plaza Elíptica, donde han manifestado que mientras los gobiernos europeos hablan de paz impulsan guerras que provocan la huida de miles de personas, a las que luego se les levantan barreras. «El Gobierno español sigue incumpliendo su ridícula cuota de acogida», han subrayado.

La marcha ha finalizado ante la Oficina de Extranjería, donde han reivindicado papeles para todos. «Las personas migrantes no son consideradas ciudadanas de pleno derecho. La ley de Extranjería les niega los derechos universales. El lugar de nacimiento no puede determinar los derechos humanos», han defendido.

Con los cinco ataúdes frente a la sede gubernamental, los activistas han introducido uno de los féretros en las dependencias, lo que ha sido respondido por los guardas de seguridad bajando la persiana para impedirles el paso. «Aquí están vuestros muertos», les han espetado, al tiempo que en el exterior personas migrantes y activistas coreaban insistentamente consignas como «no son muertes, son asesinatos», «ninguna persona es ilegal» o «la Ley de Extranjería mata gente cada día».