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WASHINGTON

Un juez de EEUU bloquea la publicación de manuales para imprimir armas 3D

El juez de distrito Robert Lasnik ha bloqueado la publicación de una serie de instrucciones y diseños para la fabricación de armas con impresoras 3D tan solo unas horas antes de que se difundieran a través de internet.

Un ingeniero sostiene un modelo de arma impreso en 3D. (Robert MACPHERSON/AFP)
Un ingeniero sostiene un modelo de arma impreso en 3D. (Robert MACPHERSON/AFP)

La iniciativa había generado una gran controversia y fiscales de varios estados habían presentado un recurso para lograr su bloqueo, lo que finalmente ha ocurrido.

En su fallo, el juez Robert S. Lasnik, con tribunal en el estado de Washington, ha dicho que la publicación de los manuales para la impresión de armas por parte de la organización Defense Distributed, de Texas, supondría «una probabilidad de daño irreparable».

Defense Distributed anunció sus planes de volver a publicar este 1 de agosto en su web manuales de instrucciones para reproducir pistolas y rifles en impresoras en tres dimensiones, tras alcanzar un pacto con el Gobierno federal.

Esa fue la conclusión de una batalla legal de cinco años en la que el Gobierno del entonces presidente Barack Obama (2009-2017) argumentó que esos manuales violaban las leyes de exportación de armas de fuego ante dos jueces federales y de que el Tribunal Supremo se negase a oír el caso.

Sin embargo, en una decisión abrupta, el Gobierno de Trump llegó a un pacto en junio con Defense Distributed para permitir a ese grupo texano volver a distribuir las instrucciones de impresión por internet, tal y como hizo en 2013 antes de que su actividad fuera bloqueada.

Además, el acuerdo estableció que esos tutoriales de impresión están aprobados «para publicación de cualquier forma» y que el Gobierno estadounidense pagará los 40.000 dólares de honorarios legales en que incurrió Cody Wilson, el fundador del grupo en el centro de la polémica.

Para la organización Propietarios de Armas en Estados Unidos (GOA, por sus siglas en inglés), este pacto significa «libertad y está acorde con la Segunda Enmienda» de la Constitución estadounidense, que protege el derecho a portar armas, ha explicado a Efe Jordan Stein, director de comunicaciones de este grupo.

«Los que odian las armas siempre quieren centrarse en sus usos ilícitos e ignoran la abrumadora cantidad del bien que hacen. De hecho, las armas de fuego se usan de 16 a 100 veces más a menudo para salvar vidas que para quitarlas», ha argumentado Stein.

Uno de los grupos que ha presionado en las últimas semanas para que imprimir armas 3D en casa no sea legal ha sido el Centro Brady para Prevenir la Violencia de las Armas de Fuego.

Su director legal, Jonathan Lowy, ha señalado a Efe que los principales problemas de estas armas son que no tienen número de serie, por lo que son «imposibles de rastrear» y que son de plástico, es decir, «indetectables» para los localizadores de metales de aeropuertos y edificios.

«Es obvio que dejar a cualquier persona –terroristas, maltratadores domésticos y gente inestable mentalmente– que descargue e imprima armas es muy peligroso y perturbador», ha sentenciado Lowy.

Los centros Brady y Giffords para Prevenir la Violencia de las Armas de Fuego y la organización Everytown for Gun Safety intentaron la semana pasada, sin éxito, que un tribunal de Texas bloqueara el acuerdo alcanzado entre Defense Distributed y el Gobierno.

Los esfuerzos para impedir que la impresión de armas sea posible en Estados Unidos se redoblaron este lunes cuando los fiscales generales de ochos estados y del Distrito de Columbia demandaron a Trump por permitir que Defense Dsitributed publique sus manuales.

En su demanda, el grupo de fiscales liderado por el del estado de Washington, Bob Ferguson, instó a la Justicia estadounidense a que considere una orden de restricción temporal antes de este 1 de agosto.

«Estas pistolas descargables no están registradas y son muy difíciles de detectar, incluso con detectores de metales, y estarán disponibles para cualquier persona independientemente de su edad, estado mental o antecedentes penales», ha criticado Ferguson en su querella conjunta con otros responsables judiciales estatales.

En medio de la controversia, Trump ha considerado que «no tiene mucho sentido» que poder imprimir armas 3D en casa esté a punto de convertirse en realidad, a pesar de que ha sido su Administración la que lo ha permitido.

«Estoy viendo (el tema de) las armas de plástico 3D que se venden al público. Ya he hablado con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), ¡no parece tener mucho sentido!», ha expresado Trump en Twitter.