Partidos y sindicatos se han mostrado críticos con las afirmaciones de la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, que ha dicho que la investigación sobre la OPE ha concluido que «no hay pruebas que determinen responsabilidades individuales de personas» y que solo se repetirán cinco exámenes de tres especialidades médicas, aunque se abrirá expediente a seis de los ocho miembros del tribunal de Traumatología por reunirse fuera del procedimiento regulado para un tribunal, aunque esa reunión no tuvo incidencia en los exámenes.

LAB ha criticado en un comunicado que el departamento de Salud y Osakidetza «no han hecho más que quitar importancia a lo sucedido, limitar las consecuencias y negar que se hayan producido filtraciones de exámenes de varias categorías médicas».

La central ha lamentado que «todas las pruebas, denuncias, investigaciones, datos y demás puestos encima de la mesa durante estos meses no han sido suficientes, al parecer, para destapar claramente las prácticas corruptas asentadas en las OPE de muchas categorías médicas, ni para señalar a las personas responsables y tomar las medidas necesarias», y, según Múgica, «no se puede demostrar que haya habido filtraciones, sino que estamos ante irregularidades en los procedimientos».

Mientras la Fiscalía y el Ararteko llevan a cabo sus propias investigaciones, la Consejería de Salud y Osakidetza quieren dar «carpetazo a este nuevo caso de corrupción lo más rápido posible y sin que salpique a nadie, todo ello en el más claro estilo del PNV», ha criticado.

Asimismo, ha denunciado que mientras tanto «aprovechan para arremeter sin ninguna vergüenza contra el sindicalismo consecuente y de confrontación de LAB, como ha hecho hace poco Darpón, al que nadie ha votado, intentando quitarnos legitimidad de un modo bastante penoso e histérico».

Para la central abertzale, lo ocurrido en la OPE es «muy grave» y exige una «gestión valiente».

En otro comunicado, ESK ha calificado la rueda de prensa de «circo mediático» y ha instado a Múgica «a que muestre públicamente qué información ha trasladado a la Fiscalía y cuándo».

El sindicato ha mostrado además su «absoluta perplejidad» ante la decisión de abrir un expediente disciplinario a seis miembros del Tribunal y suspender el proceso. «¿No dice que resulta indemostrable que tal irregularidad haya tenido una incidencia en el resultado de los ejercicios? ¿Por qué suspenden el proceso?», se ha preguntado.

A su juicio, «lo único» que han demostrado tanto el consejero Jon Darpón como la directora general de Osakidetza «es que la sociedad vasca no se merece estos gestores y va siendo hora de que el lehendakari les cese inmediatamente en sus funciones».

CCOO, en otra nota, ha sostenido que «se sigue sin saber qué ha fallado para que haya repetir unas pruebas y otras, no» y que el departamento y la dirección de Osakidetza no están «a la altura de la situación».

Después de recordar que ya dijeron no confiar en esta investigación interna, CCOO ha reprochado la «falta de transparencia» de la dirección por no informar en ningún momento a la Mesa Sectorial de Osakidetza. 

«Todo esto no hace sino ensuciar el buen hacer de la plantilla de Osakidetza, demostrada día a día por su profesionales», ha lamentado el sindicato.

La parlamentaria de Elkarrekin Podemos Cristina Macazaga ha señalado que la «prioridad de Osakidetza es cerrar la investigación de las filtraciones en la OPE cuanto antes y poder tapar sus vergüenzas». Asimismo, se ha cuestionado si Múgica es «la persona idónea para dirigir la investigación» sobre las posibles irregularidades.

Elkarrekin Podemos ha advertido de que «sigue esperando una investigación seria» que clarifique por qué hubo personas opositoras que «acudieron dopadas a las pruebas de especialistas hospitalarios».

«Tanto Osakidetza como el Gobierno Vasco siguen sin garantizar la igualdad de oportunidades y sin establecer medidas para evitar que puedan ocurrir nuevas irregularidades en los procesos de selección públicos», ha indicado, para añadir que Osakidetza «debe centrarse en demostrar que la OPE fue limpia y transparente».

Finalmente, ha pedido al lehendakari «que ponga orden y evite que desde el Departamento de Salud se apoyen corruptelas, al igual que se hizo con Margüello».

Por su parte, la parlamentaria del PP vasco Laura Garrido ha considerado insuficientes las explicaciones ofrecidas por la directora general de Osakidetza y ha manifestado que lo único que se ha buscado es «hacer más densa la cortina de humo» y «desviar la responsabilidad».

En declaraciones a Europa Press, Garrido se ha mostrado «sorprendida» de que el único anuncio ofrecido haya sido la apertura de un expediente disciplinario sobre el que «no se han explicado las razones concretas» y al que la directora general de Osakidetza le ha «restado trascendencia».

«No sabemos para qué ha organizado una rueda de prensa. El meollo de la cuestión está en saber quiénes han aprobado y la conexión que había. Es el gran interrogante que sigue sin responderse», ha advertido.

A su juicio, el objetivo de la rueda de prensa ha sido intentar realizar «un lavado de cara» y mostrar que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu «hace algo» de cara al pleno de política general del próximo jueves.

«Se ha buscado desviar la atención con un expediente disciplinario en vez de asumir las responsabilidades que les corresponden», ha denunciado Garrido.