Urkullu ha sido interpelado al respecto por la portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, quien ha denunciado la vulneración de los derechos de la compañía mixta y ha defendido que el punto de partida para solucionar este conflicto es que la fiesta «se puede celebrar solo desde la igualdad».

El lehendakari ha mostrado su apoyo y el de su Gobierno a la compañía Jaizkibel, ha rechazado los ataques contra sus integrantes, y ha opinado que la solución llegará «de la mano del diálogo constructivo y sincero como primer paso para posibilitar vías para el entendimiento».

Ha planteado la apertura de un «periodo de reflexión» para abordar el problema desde la localidad, al advertir de que para poder colaborar desde el Ejecutivo autonómico es necesaria una «actitud constructiva» por parte de instituciones, vecinos y agentes del pueblo. Cabe recordar que el Ayuntamiento viene siendo gobernado por su partido, el PNV, desde antes de que se iniciara el conflicto.

«Otras localidades ya han dado ese paso», ha explicado Urkullu, quien ha reconocido que las tradiciones son un «elemento clave de cohesión social de los pueblos», pero ha precisado que adaptarlas «a los nuevos tiempos no supone ir en contra de ellas».

En este sentido, ha insistido en que la solución no llegará por imposición, sino a través del diálogo y el consenso, por lo que ha reiterado que es «el municipio el que debe encontrar un solución de convivencia», en la que también se implicará el Ejecutivo autonómico.