Como se recordará, el pasado 19 de noviembre la dirección de MIASA presentó un expediente de regulación de empleo. Ante esta situación, ELA entendió que «era necesaria una respuesta contundente y planteó una huelga indefinida para obligar a la empresa a retirar el ERE con los 28 despidos». Sin embargo, la mayoría del comité (tres delegados de LAB, tres CCOO, dos independientes) optó por paros parciales.

ELA sigue creyendo que «solo mediante un paro indefinido, podremos colocar a la empresa en otra tesitura diferente a la actual».

Además, esta central denuncia en su comunicado que «la dirección de MIASA está faltando a la verdad. El descenso de la producción se ha producido por la deslocalización de carga de trabajo. Se está desviando trabajo de alto valor añadido a la nueva planta de Zuera-Zaragoza».

Añade que en la planta de Iruñea «se diseñan las horquillas para cajas de cambios y se realizan los prototipos. Las piezas se funden en Navarra, y el trabajo de mecanizado se desvía a Zuera. Las mencionadas piezas desde su creación, han sido subvencionadas con dinero público de los y las navarras, pero ese dinero genera riqueza en otra comunidad».

Por ese motivo, anuncia que «vamos a continuar peleando para mantener la carga de trabajo y los puestos de trabajo en Iruñea-Pamplona, y para ello es imprescindible la retirada del ERE».