@imanolintziarte

Un derbi entre Alavés y Athletic que cumple con todos los tópicos

Empate sin goles en Mendizorrotza en un encuentro en el que ambos conjuntos han primado la presión y la brega. El Alavés termina la jornada en la sexta plaza, mientras que el Athletic no consigue salir del descenso (0-0). Página especial de NAIZ

Yeray se estira para cortar el avance de Jony. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)
Yeray se estira para cortar el avance de Jony. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)

Dice el tópico que en los derbis en general, y entre equipos vascos en particular, suelen ser partidos con poca calidad técnica y mucha brega, que se decantan en una jugada aislada, un balón parado.

Como no ha habido de esto último, el choque se ha quedado en un 0-0 que, si bien no contenta a ninguno tanto como para salir de fiesta a celebrarlo, tampoco tiene mal sabor.

Para los locales, porque mantienen su racha sin perder en Mendi, porque el Athletic les ha puesto en apuros en algunos tramos y porque el puntito les mantiene igualados con el Betis en la pugna por la quinta plaza que, vista la tabla, parece el techo para el pelotón de los mortales.

Abelardo sabe lo que maneja y, si bien no le hace ascos a mirar hacia arriba, mantiene los pies en el suelo. Esta noche una mirada a la clasificación invitaba a irse arriba frente a un rival en zona de peligro, pero los babazorros no se han dejado tentar.

A los visitantes el punto no les saca ni de pobres ni del descenso, pero no es fácil arreglar en dos semanas el lío en el que llevan metiéndose desde agosto. Otra vez la puerta inmaculada, que es el primer paso para sumar. Si de vez en cuando los de arriba aciertan con una, miel sobre hojuelas.

Garitano tiene clara la fórmula, que no inventa nada y que ahora está ‘demodé’, pero que siempre ha funcionado. Solidez atrás, un equipo peleón y abrir a bandas para que Aduriz o Raúl García –mientras les aguante la gasolina– se impongan en el área. El cántaro se rompió ante el Girona en el último minuto. Hoy se ha resistido, pero 4 puntos de 6 son oro bendito para quien trata de salir del fango.