La plataforma GuraSOS ha presentado esta mañana en la Fundación Orona de Hernani el Plan de Gestión de Residuos Municipales de Gipuzkoa 2019-2030 en el marco del proceso participativo Hitzartu. Han diseñado un sistema de vertido que no causaría el impacto medioambiental y económico que provocan las incineradoras y los vertederos convencionales.

El plan, elaborado por los ingenieros de Residua Consulting Iñigo Irigoyen y Antton Lete, se ha realizado después de un año de promover procesos participativos con la ciudadanía, y consiste en un «depósito inertizado» de los residuos municipales, los cuales, han recordado, solo representan el 20% de la totalidad de los residuos. Estos deshechos, después de ser sometidos a la «bioestabilización», se contendrían en celdas selladas y aisladas, tal y como ya lo está haciendo la Diputación de Bizkaia en sus instalaciones de Artigas.

Esta alternativa no contempla ocupar suelos nuevos y podría desarrollarse en la planta de TMB de Zubieta. Las celdas serían del tipo DK II y garantizarían que los residuos inertizados no produzcan lixiviados, olores ni metano.

Este sistema sería una solución temporal, ya que consideran que la gestión de residuos es un problema transnacional y por ello deberían manejarlo los organismos europeos, pero aseguran que es una alternativa «real», que no solo reduciría el impacto medioambiental que provocaría la incineradora de Zubieta, sino también el económico. Tanto es así, que el portavoz de GuraSOS Joseba Belaustegi ha afirmado que esta técnica no produciría sobrecostes y «pagaría el coste de la incineradora».

Diálogo

También han tomado parte en la presentación algunos de los integrantes del Consejo de Garantías, compuesto por el escritor Bernardo Atxaga, la magistrada Garbiñe Biurrun, el catedrático de Derecho Juanjo Alvarez, el catedrático de Ciencias Políticas Pedro Ibarra, el titular del CSIC Ernesto Ganuza y la ex-consejera de Medio Ambiente del Gobierno Vasco Esther Larrañaga.

Atxaga, Biurrun y Larrañaga han instado a la Diputación a «dialogar con la sociedad» y han abogado por un encuentro con los representantes institucionales «para hacer ver que no se trata de encontrar la verdad absoluta, sino de construir entre todas y todos una solución sostenible, futura, definitiva y viable para la cuestión de residuos».