Las responsables de ELA han resaltado su intención de no dar «ni un paso atrás» porque, según han manifestado, «estamos decididas a mejorar las condiciones del sector y a dotarlo de mayor calidad». «Parece ser que esto solo se puede conseguir haciendo huelga, porque ni las patronales ni la Diputación de Gipuzkoa dan un solo paso para solucionar el conflicto», han denunciado.
En esa línea, han recordado que «son más de dos años desde que empezó la negociación y más de cuatro meses» desde que comenzaron la huelga, y la situación de las trabajadoras «solo ha ido a peor».
Según han señalado, con lo ocurrido en este tiempo, «está demostrando que las patronales solo tenían en mente el aumento de los beneficios empresariales y la pérdida de condiciones laborales para las trabajadoras del sector». Además, han criticado que «el tiempo también ha demostrado que la mesa negociadora era una tomadura de pelo, y a día de hoy ni se reúne».
ELA decidió levantarse de la misma porque las patronales «no estaban dispuestas a garantizar la firma simultanea del convenio sectorial y los convenios de empresa» y plantean la congelación y la pérdida de poder adquisitivo para los años 2017 y 2018. En ese sentido, ha advertido de que «mientras la patronal no modifique su posición en estos dos apartados» la representación de ELA «no va a volver a sentarse en la mesa».
Las trabajadoras del sector han denunciado el papel que está jugando la Diputación Foral de Gipuzkoa en todo este proceso ya que, «siendo esta la financiadora en más de un 90% del sector, está dando total cobertura a las patronales del sector».
«Por un lado, la Diputación pide y tiene un papel fundamental en la ampliación de los servicios mínimos, recurridos por ELA ya que vulnera a nuestro entender de manera muy grave el derecho de huelga, y por otro lado, acepta que la patronal siga precarizando a las trabajadoras del sector ampliando los beneficios empresariales con el dinero de todos los guipuzcoanos», han afirmado.
En esa línea, han apuntado que se acerca un nuevo 8 de marzo pero «parece que el clamor de la sociedad no traspasa los muros de las instituciones». «Se les llena la boca de propaganda, pero los únicos parámetros que entienden son los económicos. Se empeñan en obviar la discriminación e injusticia histórica que hay en este sector, donde solo por ser mujeres y cuidar a personas nos tienen precarizadas», han denunciado.
Finalmente, las trabajadoras de residencias de ELA se han comprometido a dar «cada vez un servicio de mejor calidad» a las personas mayores a las que atienden y para ello han asegurado que «pelearán hasta el final».