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La izquierda, bloqueada e incapaz de aprovechar la primera crisis de Gobierno de Bolsonaro

La izquierda ha gobernado Brasil durante 13 años y ha librado una batalla digna en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales contra Jair Bolsonaro, pero el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva se muestra incapaz de aprovechar la primera crisis del actual Gobierno encarnar la oposición al presidente ultraderechista.

Diputados del PT piden la libertad de Lula. (Sergio LIMA | AFP)
Diputados del PT piden la libertad de Lula. (Sergio LIMA | AFP)

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, destituyó el lunes por un caso de financiación electoral irregular de su partido al ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gustavo Bebianno, que preside el Partido Social Liberal (PSL), la minúscula formación que sirvió de plataforma electoral al líder ultraderechista.

El cese del hombre de confianza de Bolsonaro pondrá a prueba a la base parlamentaria del Gobierno, en un momento en el que intenta imponer sus primeras reformas de envergadura. Pero Bolsonaro parece tener el camino allanado para avanzar con su agenda de reformas radicales con el apoyo de un arco de partidos que abarca desde la ultraderecha al centroizquierda.

El PT, con Luiz Inácio Lula da Silva en prisión, no consigue dar vuelta a la página y dotarse de nuevos dirigentes y está atrapado en sus dilemas sobre la crisis en Venezuela y sin propuestas frente a la ola ultraderechista.

La izquierda está «desorganizada», Brasil «carece de los beneficios de una oposición», y eso «es una suerte para Bolsonaro, cuyo inicio de mandato es confuso», escribía recientemente el diario ‘Folha de Sao Paulo’.

El primer mes y medio de Bolsonaro en el poder ha estado marcado por el cese de un ministro acusado de mentir por Carlos Bolsonaro, uno de sus hijos; por sospechas de irregularidades financieras en torno al primogénito del mandatario, el senador Flávio Bolsonaro, así como por aparentes disensiones con su vicepresidente y diversas meteduras de pata de sus ministros.

Pero el PT no parece capaz de aprovechar esa situación. «La oposición atraviesa una mala racha. La izquierda está muy debilitada hoy en día», dice Sylvio Costa, fundador de Congresso em Foco, un medio digital especializado en el Parlamento.

Problema de liderazgo

El PT sigue siendo el partido más representado en la Cámara de Diputados (56 escaños, de un total de 513) y Fernando Haddad, su candidato en las presidenciales de octubre, obtuvo el 45% de los votos en la segunda vuelta, pero «ya no es el partido hegemónico de la izquierda», opina Lucio Renno, profesor asociado del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Brasilia. «Ha perdido gran parte de su capacidad para liderar la oposición a Bolsonaro» lastrado por los problemas, ya que la corrupción le ha infligido un duro golpe y sufre un problema de liderazgo. «No hay espacio para que surja otro líder», afirma Sylvio Costa.

«¿Dónde está Haddad?», se pregunta Lucio Renno. «Se ha esfumado», señala a propósito del candidato del PT, que regresó a su puesto de profesor en la Universidad de Sao Paulo tras su derrota en las presidenciales.

Los conflictos internos impiden avanzar al partido dirigido por Gleisi Hoffmann, que carece además de una agenda política clara tras la llegada de Bolsonaro, y desde el inicio de la legislatura se ha dedicado sobre todo a entorpecer los debates en el Congreso para alargarlos todo lo posible.

En esas condiciones, sus exaliados han roto la alianza con él para formar un bloque parlamentario independiente alrededor del centroizquierdista Partido Democrático Trabalhista (PDT) de Ciro Gomes –un exministro de Lula– y del Partido Comunista de Brasil (PCdoB). La nueva alianza, a la que se sumaron media docena de otros partidos, incluidas formaciones derechistas, se reivindica como la segunda fuerza en la Cámara con 105 diputados, por detrás de los 305 del Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro y sus aliados.

Este nuevo bloque «se presenta como una fuerza nueva, más moderada, que votará a veces con el Gobierno» ultraderechista, explica Sylvio Costa.

El PT formó una bancada de 97 miembros, junto al Partido Socialismo y Libertad, al Partido Socialista Brasileño (PSB) y los ecologistas de Rede.

«Habrá una competición entre los partidos de izquierda para saber quién liderará la oposición», predice Renno. Pero «el combate de la oposición» contra Bolsonaro «carecerá de coherencia, dependerá de las cuestiones» que se sometan al Congreso, añade.

Los proyectos económicos del gobierno, como la importante reforma de las jubilaciones, podrán por tanto obtener el apoyo de partidos opositores, que se opondrán luego a iniciativas relacionadas con asuntos de sociedad más polémicos (educación, aborto, minorías sexuales, indígenas).