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Una Amazonía herida celebra su día empañada por la retórica del ultraderechista Bolsonaro

Brasil celebra este jueves el Día de la Amazonía, una fecha que este año se ha visto empañada por el aumento de los incendios en la región, su creciente deforestación y la retórica «antiambiental» de su presidente, Jair Bolsonaro.

Imagen de un área deforestada en la Amazonía brasileña. (AFP)
Imagen de un área deforestada en la Amazonía brasileña. (AFP)

Como cada año, el calendario recuerda el momento en la que el emperador Don Pedro II decretó la creación del estado de Amazonas, una fecha que en 2007 fue institucionalizada como el Día de la Amazonía por el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).

La conmemoración de este 5 de setiembre coincide esta vez con una crisis medioambiental de dimensiones internacionales desatada en Brasil tras el avance del fuego en esta región que atesora casi el 20% de las reservas de agua dulce del planeta y es el refugio de unas 30.000 especies vegetales y animales.

El mayor bosque tropical del mundo se ha visto amenazado por los incendios –también en Bolivia–, una catástrofe ambiental que se repite todos los años por esta época de sequía, aunque no con tanta intensidad como en esta ocasión, según recuerdan los especialistas.

La Amazonía brasileña ha registrado en agosto 30.901 focos de incendio, cifra que prácticamente triplica la del mismo mes del año pasado, según divulgó recientemente el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).

A pesar de la lenta respuesta del Gobierno, el combate al fuego por parte de las autoridades y la mejora de las condiciones meteorológicas, con la llegada de lluvias, han permitido una reducción de los focos de incendio en algunas regiones del estado de Amazonas.

El presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, ordenó el 30 de agosto la participación de las Fuerzas Armadas en el combate a los incendios después de que el significativo salto del número de focos de fuego provocara una alerta mundial.

Las imágenes de la selva amazónica en llamas recorrieron el planeta y aumentaron la presión internacional sobre Bolsonaro, quien se ha mostrado partidario de flexibilizar la fiscalización en las áreas protegidas, de explotar la Amazonía y legalizar la minería en las reservas indígenas.

Los incendios desataron tensiones entre Bolsonaro y su homólogo francés, Emmanuel Macron, quien acusó al líder brasileño de «mentir» en relación a su compromiso con el cuidado del medioambiente, lo que le llevó a retirar su apoyo al acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).

El Gobierno intenta revertir ahora los daños causados a su imagen tras convertirse en el centro de una crisis medioambiental y hoy ha lanzado una campaña internacional, coincidiendo con el Día de la Amazonía, para subrayar el papel de Brasil en la preservación de esta región y hacer, nuevamente, una clara defensa de su «soberanía».

Un millón de reales del «caso Petrobras»

Coincidiendo con esta fecha conmemorativa, la Procuraduría General de la República (PGR), la Abogacía General de la Unión (AGU) y el Tribunal Supremo Federal (STF) de Brasil han anunciado  que han llegado a un acuerdo por el cual destinarán más de un millón de reales (unos 221.000 euros) del caso de corrupción de Petrobras a preservar la Amazonía.

El acuerdo que quedará formalizado cuando firme la resolución el magistrado del STF Alexandre de Moraes, relator de una acción judicial que pretende recuperar los 2,5 millones de reales (552.000 euros) que Petrobras se comprometió a entregar a las autoridades brasileñas en virtud de un acuerdo firmado con el Gobierno de EEUU por los daños causados a los inversores extranjeros.

En un principio, el dinero, que estaba bloqueado en una cuenta bancaria, estaba destinado a una fundación ligada al grupo que se encarga de investigar la red de cobro de sobornos a cambio de la concesión de jugosos contratos públicos que conforma el conocido como «caso Lava Jato».

Del total, un millón de reales se destinará a medidas de conservación de la selva tropical. En concreto, 630 millones de reales (139.000 euros) se gastarán en programas para la Amazonía de los ministerios de Defensa y Medio Ambiente, y otros 430 millones de reales (95.000 euros) irán a parar a manos de los estados brasileños ubicados en la Amazonía.

La procuradora general ha argumentado que «la defensa de la Amazonía, que es patrimonio brasileño, es mucho más importante» en estos momentos que la investigación judicial.

La selva amazónica brasileña cuenta con 4,2 millones de kilómetros cuadrados –prácticamente el tamaño de todos los países que integran la UE– y ocupa la mitad del territorio del país sudamericano.

Abarca nueve estados brasileños- es una región virtualmente despoblada, pero aun así en ella viven 34 millones de personas, de las cuales 60 % están concentradas en polos urbanos, como la ciudad brasileña de Manaus, que tiene dos millones de habitantes.