Siguiendo el dicho popular, el PSOE tiene un pedir que parece un dar. Quiere que Unidas Podemos invista presidente a Pedro Sánchez y, además, que le garantice el apoyo durante toda la legislatura. Todo eso sin ofrecer nada a cambio. Aquello de los puestos importantes fuera del Consejo de Ministros también parece estar olvidado.
El equipo de Sánchez actúa como si le estuviera haciendo un favor al partido de Pablo Iglesias, aprovechándose además de la imagen poco acertada que la coalición morada ha dado de condicionarlo todo a tener algún ministerio en un gobierno que se pueda llamar de coalición.
Durante cuatro horas han vuelto a estar reunidos los equipos negociadores (por decir algo) de PSOE y Unidas Podemos en el Congreso. A la salida, (como a la entrada) ambos partidos han reafirmado sus consignas.
La 'número dos' del PSOE y portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, ha asegurado tras el encuentro que «hoy por hoy» no hay «una vía para alcanzar un acuerdo» que permita la formación de gobierno, monocolor por supuesto.
De julio a setiembre
El secretario de Acción de Gobierno de Podemos y encargado de liderar las negociaciones, Pablo Echenique, ha dicho que el PSOE está encastillado en su posición y apunta que nadie se explica por qué lo que era posible en julio –un gobierno con ministerio de Unidas Podemos–, ahora en setiembre no lo es. Quizá tampoco sea fácil de entender por qué lo que UP rechazó en julio lo puede aceptar ahora.
El caso es que, como todos los indicios apuntaban, el PSOE quiere llevar al electorado a unas nuevas elecciones el 10 de noviembre y ese será el destino si no media un cambio efectista de guion de última hora.
El problema es que, como ha indicado Echenique, esos nuevos comicios solo pueden deparar dos escenarios. O una victoria de la derecha que traiga un Ejecutivo del PP con ministros de Ciudadanos y tal vez de Vox, o una repetición de «una mayoría progresista» similar a la actual. Una mayoría que ya ha demostrado ser incapaz de entenderse.
¿Por qué quiere entonces Sánchez repetir elecciones? Porque, como apunta estos días el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, el PSOE quizá esté pensando en gobernar no con los partidos que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy, sino apoyado en la «abstención técnica» de PP o de Ciudadanos, con el conflicto catalán en plena ebullición, tras la sentencia contra los dirigentes independentistas que llegará en octubre.