El Ministerio del Interior italiano publica en su página web los resultados de las elecciones del domingo, cuyo escrutinio aún continúa pero ya está llegando a su fin, y por el momento el actual presidente de Emilia-Romaña y candidato de una coalición de izquierdas formada entre otros por el gubernamental Partido Demócrata (PD, centroizquierda), Stefano Bonaccini, se erige como gran ganador con el 51,41% de los apoyos.

Su principal rival, Lucia Borgonzoni, apuesta del ultraderechista Matteo Salvini y de sus socios de la coalición de derechas, se situaría en segundo lugar, con el 43,65% de los votos. Salvini no ha conseguido así arrebatar a la izquierda esta región, feudo de la izquierda durante 70 años, y se ha tenido que conformar con que su candidata haya quedado en segundo lugar.

El secretario nacional del PD, Nicola Zingaretti, ha aprovechado para atacar al exministro del Interior. «Salvini ha perdido. Quería presionar al Gobierno, pero este sale reforzado y debe seguir adelante con menos divisiones y mayor concreción», ha declarado a los medios.

La derecha gana en Calabria

En Calabria, gobernada por la izquierda desde 2014, la candidata de la derecha, Jole Santelli, apoyada principalmente por la Forza Italia de Berlusconi y Salvini, se ha impuesto con un 55,35%, frente al candidato de izquierda, Filippo Callipo, (30,21%), a falta del recuento definitivo.

Sentelli ya ha celebrado su triunfo junto al exponente de Forza Italia y expresidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.

Un elemento común en ambas citas electorales ha sido el batacazo que ha sufrido el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y su candidato en Emilia-Romaña, Simone Benini, ha tenido solo el 3,47%, mientras que Francesco Aiello se ha quedado con el 7,30% en Calabria.

El M5S atraviesa una crisis, motivada por las divisiones internas y los malos resultados cosechados durante las regionales de los últimos meses en el país.

Su líder, Luigi Di Maio, dimitió la semana pasada, aunque mantiene su cargo en el Gobierno como ministro de Asuntos Exteriores. 

Cinco millones y medio de italianos estaban llamados a las urnas en esas dos regiones, en unos comicios que Salvini había planteado como un plebiscito sobre el Gobierno italiano, en manos de la coalición del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el centro-izquierda.

En cuanto a la participación, en Emilia-Romaña se ha duplicado hasta el 65,44%, frente al 36,10% de 2014, mientras que en Calabria quedó casi en línea, con una afluencia del 38,88% del censo, frente al 40,13% de hace cinco años.