La Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) ha elaborado una miniguía con una serie de pautas que facilitan y apoyan la comunicación con una persona sorda, sobre todo, cuando esta tiene que relacionarse con personal sanitario.

Recuerda que las personas con sordera se comunican muchas veces leyendo los labios de la persona con la que están comunicándose, por lo que llevar puesta mascarilla dificulta la interacción.

Recomienda hablarle de frente y con el rostro bien iluminado, situarse a su altura con especial cuidado si se está ante una persona que no se encuentra de pie o ante un niño y hablar en un tono de voz normal que sea audible en un ambiente con ruido, pero sin gritar.

Además, se aconseja hablar con naturalidad, vocalizando pero sin exagerar pronunciando las palabras ni deprisa ni demasiado despacio, utilizar frases sencillas, pero no palabras sueltas o frases entrecortadas.

Si el paciente no entiende los mensajes, repetirlo cambiando alguna palabra por otra más sencilla.
Para garantizar mejor la comunicación, también propone respetar los turnos en la conversación, hacer sencillos gestos que ayuden a la comprensión del mensaje y asegurarse sin prisa de que éste ha sido comprendido.

«No es posible para la persona sorda leer los labios de quien le habla y la escucha es menos nítida e inteligible, por lo que se añaden dificultades y es más importante aún que os aseguréis de que la persona sorda está entendiendo el mensaje», insiste esta asociación a los profesionales del ámbito sanitario, de emergencias y de seguridad.

En caso de hospitalización, cuando sea posible, pide que se facilite a la persona sorda el uso de su prótesis auditiva y proveerle de pilas para su funcionamiento, prestando atención a las indicaciones facultativas en relación con las personas que portan un implante auditivo (coclear o de otro tipo), concluyen las recomendaciones.