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La ocupación feminista de la CNDH de México cumple dos semanas

La ocupación feminista de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México ha cumplido dos semanas, en las que ha extendido los actos de solidaridad y contra los feminicidios en el país, aunque también ha sufrido desavenencias internas.

Feministas en una protesta contra los feminicidios en Guadalajara. (Ulises RUIZ/AFP)
Feministas en una protesta contra los feminicidios en Guadalajara. (Ulises RUIZ/AFP)

La ocupación feminista de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México ha cumplido este jueves 14 días. Varias representantes de los colectivos que ha ocupado la sede de esta institución se han reunido este jueves, por segunda vez desde que tomaran el edificio, con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y otras autoridades, un encuentro al que las feministas acudieron sin más información de los temas a tratar.

«Esperemos que la señora Olga Sánchez Cordero reciba a las familias como así lo habíamos acordado de un principio», ha señalado Martínez, quien ha descartado que les fueran a solicitar «la desocupación de este edificio».

«Ya está funcionando como un albergue para muchas de las chicas y muchas de las familias. Bueno, ya este es un edificio icónico por todo lo que ha pasado», ha destacado.

Acciones de solidaridad

A lo largo de todo el país, en el que el año pasado se registraron 34.608 homicidios dolosos y 1.012 feminicidios, se han ido sucediendo las muestras de solidaridad con las activistas que mantienen tomada la CNDH capitalina.

El pasado viernes, varias mujeres tomaron la sede de la comisión de derechos humanos del central Estado de México, en el municipio de Ecatepec, una acción replicada el lunes en el occidental Guerrero.
Además, se han registrado protestas y tomas simbólicas en otros estados como Aguascalientes, Michoacán, Veracruz y Puebla.

«Todas mis hermanas, las colectivas nacionales, nos siguen acuerpando (apoyando), así como el bloque nos ha acuerpado a todas. Las feministas, las verdaderas feministas», ha señalado la activista Guillermina en la sede capitalina de la CNDH, en referencia a las discrepancias que han surgido en el movimiento.

Discrepancias

Una de las participantes, Yesenia Zamudio, ha abandonado la ocupación entre acusaciones de manejar ilícitamente los recursos recibidos, aunque antes ha reprochado a otros grupos no facilitar la convivencia a las víctimas y familiares del colectivo «Ni una menos» que ella decía representar.

Ambas partes se han cruzado acusaciones  por el manejo del dinero, los alimentos y los medicamentos que la comunidad está llevando al edificio de la CNDH para abastecer tanto a sus ocupantes como a mujeres y familias vulnerables que lo solicitan.

Las integrantes del colectivo «Ni una menos» y Yesenia Zamudio –cuya hija fue asesinada en 2016– también han acudidoa la cita con Gobernación, aunque len vehículos separados del resto.