En los años 90 los creadores impulsaron nuevas maneras de ver la sociedad desde diferentes perspectivas. Fue una época germinal, en los que los movimientos e iniciativas colectivas establecieron un nuevo orden cultural. La muestra abierta en el Museo San Telmo de Donostia pretende ofrecer «una aproximación a los diversos colectivos artísticos que trabajaron en aquella época, aunando sus energías con perspectivas alternativas, periféricas y transfronterizas a partir de compromisos sociales, políticos, intelectuales, feministas y ecologistas. Plantea una nueva historiografía a partir de relatos inéditos de lo colectivo, y contribuye de esta manera a la preservación y transmisión de aquel ecosistema cultural», han destacado en la presentación realizada este viernes. 

Obras artísticas, vídeo arte y vídeo documental, audios de diversas entrevistas, documentos gráficos, publicaciones, y fotografías de autor. Las salas del museo hacen referencia a más de 160 artistas y colectivos, entre los que se encuentran José Ramón Amondarain, Mariano Arsuaga, Ana Laura Aláez,Ibon Aranberr, Miren Arenzana, Isabel Azkarate, Mauro Entrialgo, Ander Hormazuri, Mariví Ibarrola, Gema Intxausti, Keixeta, La Ribot, Asier Laspiur, Elena Mendizabal, Antoni Muntadas, Itziar Okariz, Saio Olmo y Maider López. La lista incluye a diversos fotoperiodistas.

Fueron protagonistas de unos años en los que se estaban dando los primeros pasos del cambio de lo análogico a lo digital.

La de San Telmo es la primera muestra dedicada a los años 90 e implementa una lectura feminista que ya estaba en germen en aquella época. Algunos de los objetos expuestos son inéditos. El diseño de la muestra corresponde a Ibon Salaberria y el comisariado ha estado a cargo de Nekane Aramburu. La muestra está relacionada con la tesis doctoral de la gestora cultural, museóloga y curadora donostiarra. En su dilatada trayectoria se ha encargado, entre otros, de la dirección de Es Baluard (Palma de Mallorca), Espacio Ciudad (1999-2010) y Trasforma (Gasteiz, 1993-2003).

Aramburu ha confesado que ha sido complicado reflejar la investigación llevada a cabo durante dos años en una exposición. Más que en la creación artística, la exposición se centra en el momento histórico y las circunstancias que se vivían.

«La década de los 90 es una época que destacó por su efervescencia social, política y reivindicativa y es labor del museo explicar el entorno social de la obra artística», ha hecho hincapié su directora, Susana Soto.

Tres periodos

El recorrido que plantea la muestra es cronológico. Se pueden fijar tres periodos. La primera, la que va de 1988 a 1992, en el que se apuntan hallazgos de las décadas anteriores. La segunda, la que va de 1992 a 1997 se produce la expansión de los movimientos independientes y la tercera, que va de 1997 a 2001, se consolidan los procesos relacionales. 

La visita comienza abordando la relevancia de la utilización de las nuevas tecnologías, que fundamentalmente se desarrollaron a partir de la investigación de las posibilidades del videoarte. Reflejo de ello fue Bideoaldia. Más adelante se perfila la importancia de los núcleos artísticos y la relevancia de las comunidades surgidas en torno a los talleres de Uribitarte, los núcleos urbanos de Gasteiz y Bilbo. También tienen cabida iniciativas como Zelai Azpi, Redería y el Gallinero, desarrolladas en Gipuzkoa. Los artistas buscaban pisos, lonjas o talleres industriales dono llevar a cabo su proceso creativo.

Aramburu tiene un especial recuerdo para Arteleku, que funcionó entre 1987 y 2014 como espacio ofrecido por la Diputación a artistas para desarrollar su labor y su formación. Tampoco se olvida de Zapatari, casa ocupada en 1988 en la capital donostiarra o del proyecto bilbaino Las Chamas.

El visitante encontrará, asimismo, referencias a los centros de producción audiovisual, entre ellos, CINT, Larrotxene y la Facultad de Bellas Artes de Bilbo.

Aramburu ha destacado que la muestra no es más que la punta del iceberg. También ha incidido sobre la existencia de numerosas historias del arte, frente al discurso patriarcal que defiende que el suyo es el único relato existente. «La exposición democratiza a artistas menos conocidos y otros más conocidos, todos ellos con un denominador común: lo colectivo». Precisamente es esto último lo que caracteriza la década, ya que los artistas pasaron de construir un discurso individual a hacerlo en grupo.

Fue la etapa en la que se comenzó a hablar de la globalización.

Con motivo de la muestra se publicará un catálogo firmado por Nicolas Bourriard  y la propia comisaria de la muestra. Bourriard es conocido por sus textos sobre la estética relacional, término acuñado en 1995 para referirse al modo para crear y relacionarse de la generación que trabajó en la década de los 90.

Paralelamente a la exposición se han organizado tres conferencias. La primera será a 19 de abril a cargo de la periodista Odile Kruzeta bajo el título ‘90eko hamarkada, hain ederra izan zen?’. El 28 de abril será el turno de Bourriaud sobre el tema ‘Romper muros, temas y patrones del arte de los años 90’. Y por último, el 2 de junio habrá otra sesión con participación de los artistas Peio Agirre, Asier Pérez y Beatriz Silva, acto moderado por Aramburu.

El público también podrá asistir a visitas guiadas lo martes y sábados. Estas últimas son gratuitas una vez se compre la entrada al museo. Inscripción en la web.

El horario de visita es de 10.00 a 20.00, de martes a domingo.